Paleontólogos de la Fundación Dinópolis de Teruel y de la Universidad de Colorado Denver (EEUU) han identificado nuevos fósiles de mega-dinosaurios carnívoros.
Se trata de un rastro con grandes huellas tridáctilas que casi alcanzan los 60 centímetros de longitud y de un gran diente procedentes de El Castellar y de Formiche Alto, en la provincia de Teruel, respectivamente. Ambos hallazgos se enmarcan en sedimentos de la Formación Villar del Arzobispo, (Titoniense-Berriasiense, tránsito Jurásico-Cretácico), con unos 145 millones de años de antigüedad.
Las huellas tridáctilas localizadas en el yacimiento El Castellar poseen características únicas en comparación con otras producidas por grandes terópodos en cualquier parte del mundo. Por este motivo, en el estudio científico se define un nuevo tipo de huellas: Iberosauripus grandis --"pie del lagarto ibérico grande--, según ha informado el Departamento de Educación, Universidad, Cultura y Deporte del Gobierno de Aragón.
Además, los investigadores dividen las huellas de grandes terópodos del Jurásico Superior de Europa, Norteamérica y Asia en dos grupos distintos, cuyos productores fueron probablemente terópodos alosáuridos y megalosáuridos.
Por otro lado, el nuevo diente procedente de Formiche Alto se atribuye a un dinosaurio terópodo megalosáurido, como otros tres grandes dientes de Riodeva y Galve (Teruel) y de Alpuente (Valencia). Estos dinosaurios pudieron llegar a alcanzar los 12 metros de longitud y poseían dientes de hasta 10 centímetros de corona.
Gracias al análisis de dichos rastros de icnitas y dientes, los investigadores han concluido que las faunas de dinosaurios del tránsito Jurásico-Cretácico en esta parte de España incluyen, al menos, dos tipos de dinosaurios mega-carnívoros de gran tamaño.
Asimismo, la presión depredadora de estos terópodos pudo ser una de las causas decisivas para estimular el crecimiento hasta tamaños gigantescos de algunos dinosaurios comedores de plantas. Es el caso del saurópodo Turiasaurus Riodevensis, conocido como 'El Gigante Europeo', que alcanzó 30 metros de longitud y que también fue encontrado en la provincia de Teruel, concretamente en Riodeva.
El resultado de la investigación sobre estos fósiles se ha publicado en la revista científica 'Palaeogeography, Palaeoclimatology, Palaeoecology' y responde al trabajo realizado por un equipo de paleontólogos de la Fundación Conjunto Paleontológico de Teruel-Dinópolis y de la Universidad de Colorado Denver.
EL CASTELLAR
Este yacimiento fue declarado Bien de Interés Cultural (Conjunto de Interés Cultural-Zona Paleontológica) por el Gobierno de Aragón en el año 2004, promoviendo su investigación y conservación.
Con la definición del Iberosauripus grandis --"pie del lagarto ibérico grande"-- el yacimiento El Castellar se convierte en un referente de la icnología europea, ya que en él se han definido hasta el momento dos nuevos tipos de huellas de dinosaurios.
A las mencionadas huellas de carnívoros se suman las de Deltapodus ibericus --"pie triangular de Iberia"--. Estas pisadas fueron producidas por estegosaurios; dinosaurios cuadrúpedos y comedores de plantas que estaban caracterizados por poseer dos filas de placas y/o espinas desde el cuello hasta el final de la cola.
Estas huellas también fueron definidas por científicos de la Fundación Conjunto Paleontológico de Teruel-Dinópolis en esta misma revista científica en el año 2010, convirtiendo a El Castellar en uno de los escasos yacimientos del mundo en el que se han identificado huellas de estegosaurios.