El Illescas, por su parte, deberá seguir su particular via crucis. Demostraron que pueden ganar a cualquiera pero también que son un equipo que le falta algo de carisma en lo momentos importantes, amén de que algún jugador esté mentalizado en querer ayudar, como ayer Dexter Lyons, que se borró del encuentro.
El choque no comenzó como se esperaba y tras casi tres minutos el marcador reflejaba un paupérrimo 2-4, con un Villa incómodo sobre la cancha y un Illescas ilusionado con dar la campanada. Duane Virgil, que sonó para los barreños, campó a sus anchas, tanto en defensa como en ataque, para desesperación de Moncho Fernández, pero tan raro era el partido que ninguno se pudo ir con una ventaja mayor a los tres puntos, acabando el cuarto con un empate a 14.
En el segundo cuarto, Illescas alternó varias defensas que desquiciaron a los locales. Zona 2-3, defensa individual, Triángulo +2’ o ‘Caja y uno’ y que se le atascaron a los gualdiverdes.
A pesar de ello, el Villa defendió bien, pero los visitantes sumaron una buena renta a su favor con un 19-23, tras un 2+1 del propio Virgil.
Una canasta al contraataque de Alejandro Alba apretaba el marcador (25-27) tras dos acciones de Schraeder, pero un parcial de 0-8 (triples de Jan Martín y Howard Frier y una canasta más de Virgil) en el último minuto y medio dejaba el marcador al descanso en un desesperanzador 25-35.
Tras el descanso, el Villa salió mentalizado de que tenía 20 minutos para poner orden a este desaguisado y así lo entendieron los jugadores.
Fue importante también la entrada de Gonzalo Sánchez, que fue el base que consiguió imponer el mejor ritmo para el Villa en el encuentro.
Levi Rost anotaba un triple, y tras un tiro libre de Virgil, falta antideportiva del jugador de Illescas sobre el del Villa, y cuatro puntos más.
Una canasta de Ricardo Guillén, y un tiro libre del canario tras una técnica a Javier Juárez, técnico visitante, materializaban un parcial de 7-0 favorable al Villa que volvía a meter en el encuentro a los de Moncho Fernández (35-36). Un nuevo parcial, esta vez de 6-0 (tres canastas de Levi Rost) permitía a los gualdiverdes escaparse en el marcador (44-41). A pesar de ello, Illescas no dio el partido por perdido, y logró llegar al final del tercer cuarto con empate a 46.
Con la máxima igualdad llegaba el inicio del último cuarto, y nuevamente, el Villa exhibió sus mejores maneras en defensa (encajó 11 puntos en cada uno de los dos últimos cuartos), y a pesar de que Charquero y Frier lanzaban a Illescas (46-50), Eric Sánchez le dio la vuelta al partido con un triple y una bandeja (51-50).
Virgil dio vida de nuevo a Illescas con un 2+1, y Frier ponía el 53-57, a falta de tres minutos.
El cuadro gualdiverde tuvo que recurrir a Ricardo Guillén para ganar el partido. El tinerfeño anotó ocho puntos de manera consecutiva (gracias también a que el Villa defendió como no había hecho en todo el partido).
Jesús Castro, con un triple a falta de 50 segundos, ponía la puntilla con un triple que mató el partido.