Efectivos del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Comandancia de la Guardia Civil de Sevilla han intervenido algo más de 600 kilos de pescado inmaduro tras interceptar una furgoneta circulando por la SE-30 cargado con el género ahora requisado y sin sistema de refrigeración.
En un comunicado, la Benemérita ha señalado que los agentes localizaron y requisaron 600 kilogramos de merluza y otros dos kilos más de cigalas en el interior de la furgoneta, ya que el género tenía una talla inferior a la permitida por la legislación que regula la pesca de este tipo de género y, además, los envases en los que se transportaban carecían de etiquetado, "elemento imprescindible para el consumidor final".
Además, de la inspección del Seprona, se desprende que el género pesquero iba sin la documentación correspondiente que avala su comercialización, transporte y distribución. Así, respecto la merluza, la talla media del pescado aprehendido por el Seprona era de unos 19 centímetros, cuando la talla reglamentaria es de 27 centímetros.
La actuación comienza cuando un agente detecta la furgoneta circulando por la SE-30, derramando agua por su parte trasera y a gran velocidad, siendo interceptada para identificar a su conductor. Así las cosas, al abrir la zona de carga, aparece el pescado apilado en cajas sin la correspondiente documentación y con la talla inapropiada.
Del mismo modo, se detecta que el género iba en un espacio sin refrigeración, por lo que 'la cadena de frío' no se había respetado. En concreto, los inmaduros estaban en una furgoneta que, en su día, fue isotermo y que ahora no estaba preparada ni habilitada para el transporte de alimentos de estas características y que necesitan refrigeración, señala la Benemérita.
Así, por estos hechos, la Guardia Civil ha abierto los correspondientes expedientes sancionadores. Igualmente, las autoridades declararan la idoneidad de la mercancía para el consumo humano, por lo que, como es habitual, se puede entregar al banco de alimentos de Sevilla para su distribución en centros benéficos.
Según la Benemérita, en esta ocasión, se sospecha que los inmaduros procedían de Portugal. De este modo, ha apuntado que el conductor de la furgoneta posee antecedentes por otros hechos similares, y ha añadido que el propietario del género posee más de 50 hechos por infracciones administrativas y penales.
Respecto el valor del género requisado, la Guardia Civil ha señalado que los 600 kilos de merluza podría comercializarse en el mercado por un precio entre 5,5 y seis euros el kilogramo. Por estos hechos, la Guardia Civil ha levantado las correspondientes actas de aprehensión y denuncia a las autoridades competentes.
