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El desacierto y la falta de pívots condenan a los colegiales

Los fallos encadenados por uno y otro equipo en los primeros minutos de partido hicieron que el parecido con un correcalles fuera casi total

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El desacierto y la falta de pívots condenaron a un Estudiantes que no pudo hacer nada ante un Iberostar Tenerife que, con la aportación de Sekulic (17 puntos y 11 rebotes) y Sikma (18 y 7), tuvo suficiente para hacerse con la victoria por 66-79.

Los fallos encadenados por uno y otro equipo en los primeros minutos de partido hicieron que el parecido con un correcalles fuera casi total.

El Iberostar Tenerife ordenó sus acciones ofensivas ligeramente y eso le bastó para alcanzar las primeras ventajas en el marcador, 2-8 (min. 3,30).

Estudiantes solo le puso ganas y desacierto, y obcecación ante el fallo. Seis canastas en el primer cuarto, que finalizó con 13-20 y cinco triples lanzados sin ningún acierto fue todo su bagaje.

En defensa, ninguno de los dos equipos se centró lo suficiente para trabajar a fondo esta disciplina, aunque los locales hicieron un par de intentos de zona sin grandes resultados.

Los tinerfeños encontraron un filón en el juego interior, por falta de oposición y Luke Sikma en ataque y Blagota Sekulic en defensa, fueron los más firmes baluartes de un Iberostar Tenerife que casi sin hacer nada se marchó al vestuario con un 28-35.

Los colegiales siguieron en el segundo cuarto tan desacertados como en el primero, lo que unido a su falta de ideas desencadenó el resultado adverso.

Sólo las ganas, el acierto puntual de James Nunnally y de Diamon Simpson salvaron a Estudiantes de una diferencia mayor. La ausencia de pívots con peso en la pintura y la falta de puntería desde el exterior fueron, en los primeros veinte minutos de juego, un cáncer insalvable.

Tras el paso por vestuarios todo siguió igual. El Iberostar dominando bajo los aros y el Estudiantes intentando cerrarse sobre su aro, con escasos dividendos, y fallando en ataque.

Si además a Stefan Bircevic, el techo colegial con 2,10 metros, no le gusta jugar bajo el aro y sí lanzar triples, el problema local se multiplica. Y si Nacho Martín, alero de 2,03 metros, tiene que jugar de '5', la empresa se vuelve casi imposible.

Los canarios tampoco hicieron mucho más, se limitaron a conectar con sus pívots y a gestionar la ventaja para llegar al final del tercer cuarto con el partido en franquicia para sus intereses, 44-53.

En el inicio del cuarto definitivo, el Iberostar prácticamente cerró la victoria con una defensa un poco más activa y un par de tiros de Saúl Blanco, 46-60 (min.33). Estudiantes fue bajando los brazos poco a poco y se resignó a su suerte hasta el 66-79 final.

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