Un día después de su presentación oficial en la sala de prensa del Benito Villamarín como flamante técnico del Betis, Pepe Mel ya se ha puesto manos a la obra en lo que al área deportiva se refiere; con la responsabilidad y mando en plaza para ello, de estudiar y analizar la lista de futbolistas que el club verdiblanco ha de abordar en el mercado de invierno y así, reforzar al cuadro bético con garantías suficientes que debe tener en Segunda un equipo como el de Heliópolis.
El nuevo estatus del madrileño en su vuelta al banquillo de la avenida de La Palmera, abarca la posibilidad de decidir en los fichajes de manera conjunta con la secretaría técnica que encabeza Alexis Trujillo, con quien la sintonía, al igual que con el segundo en el escalafón del cuerpo técnico bético, Roberto Ríos, parece ser mucho mejor que la compartida por ‘Chuti’ Molina.
La reorganización de la que hace algunos días hablaba el presidente Juan Carlos Ollero es precisamente, la que se va a vislumbrar a partir de este momento con el retorno al Betis de Mel; pues la relación a día de hoy dentro de la dirección deportiva entre Alexis y Molina es prácticamente inexistente, pues ambos desde hace ya mucho tiempo, no comulgan con la forma de trabajar del otro y viceversa; amén del marco en el que cada uno se mueve dentro del club.
Con semejante panorama, es Mel quien tiene las ideas claras y su intención prioritaria es ahora la de traer un central (dos si fuese posible), un mediocampista ofensivo y un extremo veloz a la espera de que Álvaro Vadillo se recupere de su lesión y sea un refuerzo más con importancia vital para encarar la segunda vuelta del campeonato.
Eso sí, el mismo Mel ha dejado constancia de que su fe en el mes de enero para poder ejecutar incorporaciones roza el nulo; si bien, tiene los pilares definidos, pues al margen de que la lista de jugadores sea o no más o menos extensa y los acuerdos fructifiquen, nunca se debe firmar de primeras tal y como en la noche del pasado martes reconocía en una entrevista a nivel nacional en la SER, al ser cuestionado por todas estas situaciones.
Además, apuesta solemnemente por ‘españolizar’ todo lo posible al equipo y así, que la aclimatación sea lo más veloz posible. Desde luego, Mel tiene una ardua tarea.
