La Junta de Andalucía realiza el mantenimiento de las áreas recreativas de la provincia de Huelva bajo un presupuesto de 140.000 euros. La iniciativa, que se ejecuta en el marco del proyecto Conservación y mejora de equipamientos de uso público en Huelva, permite, según ha explicado en una nota de prensa la delegada territorial de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente, Josefa González Bayo, poner la "enorme riqueza paisajística" de la geografía onubense al alcance de la ciudadanía, "para que la conozca y, por consiguiente, la valore y la cuide para las generaciones venideras".
La provincia, que cuenta con 340.826,1 hectáreas (más de un tercio de todo su territorio) amparadas por alguna de las figuras de protección que conforman la Red de Espacios Naturales Protegidos de Andalucía (Renpa), está dotada -ha recordado Josefa González Bayo- de una amplia red de equipamientos de uso público. "El objetivo de la Junta de Andalucía es que nuestra biodiversidad sea contemplada y disfrutada por todos", ha dicho.
En total, por la geografía onubense se reparten hasta 118 equipamientos destinados a favorecer el uso público. Éstos se distribuyen entre 54 senderos señalizados, 25 áreas recreativas, 11 observatorios, ocho carriles cicloturísticos, siete miradores, siete centros de visitantes, cinco puntos de información y un aula de la naturaleza.
Dentro de estas actuaciones de conservación y mejora cobran una especial relevancia, desde la óptica de la responsable de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio en Huelva, las que se acometen en las áreas recreativas de El Mirador, en el término municipal de Cartaya, y de Marimateo, en Corteconcepción, testigo directo del nacimiento del río Odiel, en el Parque Natural Sierra de Aracena y Picos de Aroche.
Entre las tareas, según ha explicado González Bayo en el marco de su visita al área recreativa cartayera, se hallan labores de tratamiento forestal para el saneamiento de los árboles, el aumento de la seguridad mediante la retirada de elementos combustibles, la limpieza de especies como las chumberas o la retirada de residuos sólidos.
Todo ello, sin olvidar la restauración de conjuntos de mesas y bancos, la sustitución de superficies de cemento para barbacoas por barbacoas de obra elevadas, siempre localizadas en zonas despejadas de arbolado, o la propia señalización de los accesos, entre otras acciones.
