Al menos una persona murió y otras cuatro resultaron heridas, entre ellas dos soldados que están graves, en un enfrentamiento anoche entre el ejército y elementos armados en la zona de Al Sadka, en el norte del Líbano y fronteriza con Siria.
Según informaron los medios oficiales libaneses, los choques estallaron después de que hombres armados, a bordo de un automóvil, atacaran un puesto del Ejército en Al Sadka, situada en las alturas de la región de Akkar.
Entretanto, el ejército continúa el bombardeo de posiciones de grupos yihadistas en las montañas de Arsal y Ras Baalbeck, en el noreste del país.
El deterioro de la situación en estas regiones coinciden con informes que apuntan a que el grupo terrorista Estado Islámico y el Frente al Nusra -filial de Al Qaeda en Siria- tratan de extender su control al Líbano.
El periódico libanés As Safir informó ayer de que el Ejército hizo fracasar un plan yihadista destinado a establecer un emirato en el norte del país.
El primer ministro libanés, Tamam Salam, instó ayer en la 51 conferencia sobre la seguridad en Múnich (Alemania) a una "acción inmediata" para frenar el deterioro de la seguridad en el Líbano y advirtió de que la presencia de más de 1,2 millones de refugiados sirios en el país representa una "bomba de relojería".
Desde el inicio de la revuelta en Siria, en marzo de 2011, la situación de seguridad en el Líbano se ha deteriorado, sobre todo en el norte y el noreste del país, y se ha incrementado la división de la población entre partidarios y adversarios del presidente sirio, Bachar al Asad.