El suceso se produjo en la localidad tirolesa de Sölden el sábado a las 16.15 hora local (14.15 GMT), cuando un alud sepultó al grupo en un paraje a 3.000 metros de altura, según aseguraron varios testigos.
El grupo de turistas estaba formado por siete personas y el único superviviente, un hombre de 45 años que está recibiendo apoyo psicológico, salió con vida debido a que decidió quedarse en un refugio de montaña mientras el resto de sus compañeros salieron a esquiar.
Los servicios de rescate enviaron un helicóptero al lugar, pero las malas condiciones meteorológicas hicieron imposible la operación el sábado, que quedó aplazada hasta las 05.40 horas (03.40 GMT) de la mañana de ayer.
Al llegar, los servicios de socorro sólo pudieron certificar la muerte de los accidentados, que estaban enterrados a una profundidad de entre 90 y 250 centímetros en la nieve.
Sólo para dos de los fallecidos hubo posibilidades de supervivencia si el tiempo hubiera permitido su rescate el día anterior, explicó Ronald Ribis, jefe de los servicios de rescate en montaña.