Responsables de la empresa pública Tragsa, perteneciente al Ministerio de Medio Ambiente, visitaban el Ayuntamiento de Arcos este lunes para presentar el plan de seguridad y conocer al director y al responsable de salud laboral de la obra de finalización de la piscina cubierta climatizada; es decir, tanto al arquitecto municipal como a uno de los aparejadores del Ayuntamiento.
Este encuentro se enmarca en los preparativos de la obra que comenzará la próxima semana con toda seguridad, según ha avanzado el delegado municipal de Vías y Obras, Sebastián Ruiz, quien indicó que posiblemente durante los próximos lunes o martes se instalen las casetas de obras, para lo cual los responsables de Tracsa ya habrían decidido el lugar idóneo.
Las primeras actuaciones concretas podrían consistir en una serie de desbroces, ya que la maleza ha ocupado parte de la infraestructura, así como en el refuerzo que al parecer necesitan algunos pilares deteriorados por el paso del tiempo.
Una vez más, Ruiz Reyes se ha referido a la obra inconclusa por parte del anterior equipo de Gobierno socialista como “el monumento al despilfarro, a la mala gestión y a la falta de compromiso con Arcos de la Frontera, el monumento al engaño y a la mentira”, en referencia a los más de dos millones y medio de euros que se quedaron por el camino; es decir, que nunca se invirtieron en la finalización de la piscina.
Ahora el propósito municipal es culminar la obra con un presupuesto de 1,2 millones de euros de recursos propios; un presupuesto bastante más bajo del planteado inicialmente, para lo cual se ha modificado el proyecto original.
El delegado Sebastián Ruiz agradece la colaboración del Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente que se ha traducido en la cesión de la empresa Tragsa para la ejecución de los trabajos que serán financiados por el Ayuntamiento, así como la predisposición del Gobierno de Rajoy. La actuación está exenta de licencia de obras por parte del municipio.
