El Hospital Universitario Puerta del Mar de Cádiz ha registrado una donación en asistolia o a corazón parado, lo que ha posibilitado la extracción de riñones, córneas y, por primera vez en la provincia, de un hígado.
Según explica en una nota la Delegación Territorial de la Consejería de Salud en Cádiz, esta donación se produjo el pasado mes de junio y es la segunda de estas características en el Puerta del Mar --la primera fue en julio de 2013--. Esta intervención ha beneficiado a tres pacientes, a quienes se les ha trasplantado riñones e hígado, estando ya de alta en su domicilio.
En este caso, se trata de la modalidad de donación controlada, en la que los donantes son pacientes que presentan daño neurológico irreversible o una patología cadiorrespiratoria de evolución y pronóstico desfavorables, avocando a una situación terminal y requiriendo medidas de soporte vital.
Ante este tipo de situaciones, se llevan a cabo los pasos para la donación, de acuerdo con la legislación vigente, una vez constatado el cese irreversible del latido cardiaco y después de que los familiares hayan indicado la retirada de las medidas de soporte vital.
La limitación del soporte vital es una decisión que toma el equipo clínico, con el consentimiento familiar, cuando se llega a un punto en el que tratamiento adicional se considera inútil, de acuerdo con las Recomendaciones de los Cuidados al final de la vida de la Sociedad Española de Medicina Intensiva y Unidades Coronarias. En otras ocasiones es la familia la que solicita la retirada de las medidas de soporte vital, esta última situación se define como rechazo al tratamiento
El programa en asistolia funciona además, en la provincia, en los hospitales de Jerez y de Puerto Real, donde en el primer cuatrimestre de este año se han registrado dos y una donación de este tipo, respectivamente.
El perfil del donante presenta cada vez mayor edad, debido a la disminución de los fallecidos como consecuencia de traumatismos craneoencefálicos por accidentes de tráfico, que suelen ser personas más jóvenes, y al aumento de donantes con deceso por causas cerebrovasculares. De la media de 35 años en 1991 se ha pasado a los 61 actuales.
La Consejería de Salud, en colaboración con los distintos equipos sanitarios y los agentes sociales implicados, trabaja para mantener la actividad trasplantadora y contrarrestar el descenso de donantes jóvenes. La aparición de nuevas técnicas ha posibilitado que en el último lustro baje en un 22 por ciento el número de personas en lista de espera para trasplante de órganos.
El programa de donación en asistolia o a corazón parado es ejemplo de la renovación de las prácticas médicas. En 2014, Andalucía tuvo 47 donantes de este tipo y, sólo en el primer cuatrimestre de 2015, ya se han registrado 23, de los cuales tres procedían de la provincia.