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Deportes

Situación muy extraña en un vestuario con casos extraños

El raro ambiente interno del vestuario de Emery se palpa cada vez más sobre los terrenos de juego

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  • No da pie con bola -

Ya no es cuestión solamente de resultados, que también, sino de la actitud del equipo sobre el terreno de juego. Primeramente, porque no se sabe a que juega. Y segundo, porque sin saber a lo que juega ni siquiera tira de la popularizada casta y coraje para pelear por los partidos.

Algo sucede en el seno de un vestuario que en ningún caso termina de engrasar y que hasta la fecha, exceptuando la segunda parte de la Supercopa frente al Barça y el partido Champions frente al Borussia, no ha demostrado las muchas virtudes de las que presume.

Ahora no es cuestión de especular sobre diversos expedientes X que puedan estar dándose entre los futbolistas del primer plantel, pero la evidencia habla por si sola. No es normal que Immobile, el presunto sustituto de Bacca e internacional con Italia, muestre características de un buen delantero, pero para un equipo de Segunda.

Ni siquiera que Iborra, pieza clave del puzzle de Emery la pasada campaña, apenas cuente con minutos. Otro caso es Coke, un jugador sobrado de casta pero falto de calidad que suma sus partidos de 90 en 90 minutos y, mientras, el que era el plan B de Monchi para el lateral diestro, Mariano, no sirva casi ni de tercer cambio.

Otro que no da por el momento lo que se espera de él es la súper estrella Konoplyanka, que con la excusa de la aclimatación suma ya dos meses de competición a un nivel inferior incluso al de Deulofeu. Y, amén de las importantes lesiones con las que se cuenta, lo de la portería también es para estudio, sobre todo porque era casi una necesidad fortalecerla con un guardameta de nivel Champions.

Y no es casualidad que hasta seis futbolistas hayan pasado ya por trastornos gástricos. O que Immobile fuera apartado aquella semana que se enfrentó en un entrenamiento a un compañero. Y lo que es menos comprensible es que el francés sea la lengua madre de un vestuario que no pasa por su mejor momento.

Hace apenas cinco meses todo era una familia con Emery como patriarca. Pero la situación personal que vive éste con Monchi y Castro tras los acontecimientos del Nápoles no ayudan de cara a retomar el timón del equipo.

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