La Policía Local de Sevilla, adscrita a la Delegación de Seguridad, Movilidad y Fiestas Mayores del Ayuntamiento, ha detenido a tres personas, una de ellas menor de edad, que viajaban en una furgoneta robada tras una larga persecución que les llevó desde el Polígono Calonge hasta la Barriada de Valdezorras, y de vuelta hasta el Parque de Miraflores de la capital hispalense, donde, después de estrellar el vehículo, emprendieron la huida a pie.
Según han informado este domingo fuentes municipales a Europa Press, los hechos se produjeron en la madrugada del pasado jueves, cuando una furgoneta ocupada por varios jóvenes se detuvo en una gasolinera situada en la Ronda Urbana Norte, a la altura del Polígono Calonge.
"Uno de ellos se bajó y se dirigió a la caja pero, al observar la presencia en el lugar de una pareja de agentes de la Policía Local de Sevilla, corrió de nuevo hacia la furgoneta y salieron apresuradamente por la Ronda Urbana Norte en sentido hacia Pino Montano", han señalado.
Los detenidos supuestamente se saltaron un primer semáforo en rojo y se vieron obligados a frenar para evitar accidentes, momento en que los agentes comenzaron su persecución, siendo apoyados momentos después por otro patrullero.
La persecución continuó hacia la Barriada de Valdezorras para finalmente llegar al antiguo psiquiátrico, situado en el Parque de Miraflores, donde derribaron una verja metálica que cercaba el edificio. Al no encontrar salida, se apearon de la furgoneta en marcha y emprendieron la huida a pie, en tanto que el vehículo colisionó contra una malla metálica.
Así, unas seis personas salieron corriendo hacia varias direcciones, siendo interceptadas tres de ellas en el interior del Parque Miraflores, una de ellas menor de edad, y otra el conductor del vehículo, quien no tenía siquiera carné de conducir, según han explicado desde el Ayuntamiento.
De este modo, se ha detenido a las referidas tres personas, que fueron posteriormente trasladadas hasta dependencias policiales, donde quedaron a disposición judicial salvo el menor, que fue entregado en custodia a sus padres siguiendo directrices de la Fiscalía.
Se les acusa de un supuesto robo con fuerza, ya que, si bien en esos momentos la furgoneta aún no había sido denunciada como sustraída, presentaba "signos de forzamiento". Además, después se consiguió contactar con su propietario, quien "confirmó el robo".
La Policía Local "continúa con las gestiones para conseguir identificar y localizar a los restantes ocupantes de la furgoneta".
