El Ayuntamiento de Almería trabaja en la elaboración de un registro de actividades en la zona del casco histórico para conocer qué tipo de comercios y servicios se ofrecen principalmente en las galerías y bajos de los edificios incluidos en la zona acústicamente saturada de la capital que servirán para desarrollar futuras aplicaciones como un visor de terrazas y veladores o un mapa de comercios.
Fuentes del Área de Vivienda y Desarrollo Urbano han explicado a Europa Press que durante un periodo aproximado de dos semanas varios técnicos han inspeccionado a pie la zona delimitada para anotar qué tipo de actividades son las que acogen los locales comerciales del centro.
Una vez finalizado el trabajo de campo, estos datos serán cotejados con la información de la que el Consistorio dispone previamente en función de la licencia otorgada para la actividad comercial alegada por los comerciantes y hosteleros que ocupan esos establecimientos. En este sentido, el Ayuntamiento podrá comprobar si las licencias vigentes se corresponden con las actividades solicitadas.
El gobierno local busca de esta forma elaborar una base de datos que permita reconocer de forma rápida y sencilla que tipo de actividades son las que se ejercen en la zona más concurrida de la capital, si bien la intención en un futuro es conseguir cruzar este tipo de datos con los que maneja el Área de Hacienda en relación a las licencias.
No obstante, esta aplicación podrá servir de base para otros programas y servicios ciudadanos. En este sentido, el Ayuntamiento tiene la intención de contar con un visor de terrazas que permita, sobre un mapa, conocer que establecimientos, bares y restaurantes cuentan con espacios abiertos y al aire libre destinados a la restauración.
De la misma forma, la identificación de las actividades en la zona centro será también de utilidad a la hora de revisar en 2017 el mapa de ruidos de la ciudad, cuyos límites podrían ampliarse en función de las nuevas actividades. En esta línea, cabe tener en cuenta que calles como Las Tiendas o Jovellanos, cuya actividad comercial ha crecido en los últimos meses, se sitúan fuera de la zona acústicamente saturada.