Los citricultores del Valle del Guadalhorce se han puesto en contacto con Asaja Málaga para denunciar que, coincidiendo con la llegada de Semana Santa, "los ladrones se ceban de manera desmesurada con el robo de kilos y kilos de limones"; una circunstancia que se repite por estas fechas "con la consiguiente pérdida económica que ello genera para cientos de familias malagueñas".
Desde Asaja Málaga han indicado en un comunicado que ya se ha puesto en contacto con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado competentes en la zona para ofrecerles los datos que previamente les habían facilitado los socios "y que resultan de gran utilidad para detener estas bandas de ladrones".
De hecho, han precisado, "ya son muchas las ocasiones en que esta estrecha colaboración obtiene los frutos deseados con la desarticulación de las bandas y la interceptación de la mercancía robada". Al respecto, han expresado su agradecimiento por esta actuación.
"Nos consta que las Fuerzas de Seguridad están realizando durante estos días un despliegue importantísimo para acabar con estos delitos y dejar a los agricultores que puedan beneficiarse de su cosecha", han señalado, al tiempo que han pedido "más efectivos que ayuden a frenar definitivamente este lacra".
Desde Asaja han recordado que los cítricos malagueños "se han quedado colgados en el árbol durante años por falta de rentabilidad, pero gracias a la apertura de nuevos mercados y al buen hacer comercial de los agricultores, han vuelto a obtener buenas cotizaciones como para permitir que los ladrones campen a sus anchas y se apoderen de los beneficios".
"Más aún --han añadido-- cuando se trata de una zona en la que los agricultores se tropiezan con grandes dificultades para sacar adelante sus cosechas por la falta de agua y el mal estado de las canalizaciones, siempre mirando al cielo y negociando en los despachos riegos extraordinarios para subsistir".
En Málaga hay unas 10.000 hectáreas de cítricos entre limones --de las variedades fino y verna--, naranjas y clemenules, que se cultivan principalmente en el Valle del Guadalhorce y del que viven alrededor de 3.000 familias.