El serbio Novak Djokovic ganó al japonés Kei Nishikori en la final del Abierto de Miami por 6-3 y 6-3 y superó al español Rafael Nadal como el tenista con más títulos del circuito Masters 1.000, con 28.
El campeón en Miami va de récord en récord e igualó además la marca del estadounidense Andre Agassi como tenista con más títulos en Cayo Vizcaíno con seis trofeos y el que más galardones ha logrado de forma consecutiva (tres).
Pero su logro va más allá, pues ha ganado los dos primeros Masters 1.000 de la temporada, Indian Wells y Miami, en las tres últimas campañas, una hazaña nunca lograda hasta la fecha.
Djokovic, que ha disputado 40 finales de torneos Masters 1.000, incluidas las de los 11 últimos torneos en los que ha participado, por solo dos del japonés, se mostró insuperable en el fondo de la pista, desde donde apenas dio opciones a su rival, que, además, tuvo problemas en la rodilla izquierda.
El serbio comenzó frío el partido, que se prolongó durante una hora y 26 minutos y cometió dos errores no forzados, lo que, sumados a un gran revés ganador de Nishikori, supusieron la primera rotura de servicio nada más comenzar el choque.
Sin embargo, el número uno del mundo enseguida reaccionó, hizo un 'contrabreak' e inmediatamente endosó un juego en blanco a su rival, uno de los grandes 'restadores' del circuito ATP.
Djokovic fue más allá y aprovechó los poco habituales errores no forzados del solido tenista japonés (10 en los primeros seis juegos, para un total de 30) y su flojo saque para volver a romper el servicio del tenista asiático y ponerse 4-2.
Pero, al igual que en la final femenina de este sábado, en la que el viento que soplaba en la pista central de Cayo Vizcaíno complicó la tarea desde la línea de saque, lo que provocó numerosos 'breaks', los dos tenistas tuvieron dificultades para ajustar su servicio.
Primero fue Nishikori quien se reenganchó al set con un 'break' y se apuntó su segunda rotura (4-3), y después el serbio, quien se puso a un paso de cerrar el primer parcial, con otra, su tercera.
En un partido que se jugó bajo un cielo encapotado, y con una humedad y calor menores a los registrados a lo largo del torneo, el de Belgrado no dio opción a la sorpresa y se hizo con el primer set.
A pesar de las dificultades, Djokovic se mostró mucho más fiable con su servicio a lo largo del partido con un 65 % de primeros servicios puestos en juego y de ellos el 83 % convertidos en punto, por 53 % y 49 % del japonés.
La tónica se mantuvo al inicio del segundo parcial, con el japonés con problemas con el saque y el ajuste de sus golpes, excesivo regalo para un número uno cada vez más sólido y contundente desde la línea de fondo, ya fuera a la defensiva o al contraataque.
Así, llegó un nuevo 'break' para el de Belgrado, que ya parecía imparable rumbo a su sexagésimo tercer trofeo de la ATP a lo largo de su carrera (2-0).
Las esperanzas de Nishikori por mejorar su marca de 6 derrotas y 2 victorias con el serbio pasaban por estar perfecto y que "Nole" no tuviera su día, pero ninguna de las dos se concretó.
El tenista nipón, que tuvo que requerir la asistencia de un fisioterapeuta por molestias en la rodilla izquierda, intentó aumentar su intensidad y acierto mediada la segunda manga en busca de igualar la contienda, pero enfrente tuvo a un Djokovic soberbio.
Impidió así todo intento de rotura de un rival incapaz de revertir el 'break' abajo en el se encontró desde el inicio del set. Como muestra el juego en blanco que volvió a recibir en el octavo y penúltimo del partido.
El japonés intentó alargar el partido todo lo posible, a pesar de su maltrecha rodilla, pero dos dobles faltas en el momento más inoportuno llevaron a Djokovic a su sexto título en Miami.
Al igual que en su camino a la final, el serbio volvió a acabar un partido sin ceder un solo set, en una nueva muestra de su dominio abrumador sobre el resto de los tenistas en los últimos meses.
Djokovic lleva este año 28 triunfos y una derrota (abandono por un problema en un ojo en Dubai) y ya ha ganado cuatro títulos: Doha, el Abierto de Australia, Indian Wells y Miami.
Ahora comienza la temporada de tierra batida en Europa y habrá que ver si sigue apabullando o alguno de sus rivales tienen, al menos, la opción de ganarle un set.