Una buena parte de dirigentes del Partido Popular cree que en las actuales circunstancias lo más probable es que se repitan las elecciones generales, sin embargo, admiten que no se fían al cien por cien y no descartan que pueda haber un acuerdo entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias para la investidura "en el último momento".
Argumentan, en este sentido, la necesidad que tiene el secretario general del PSOE de lograr la presidencia del Gobierno porque en ello le va su propia supervivencia política. En este sentido, recuerdan que Pedro Sánchez no cuenta con el apoyo de muchos barones socialistas y sobre todo, apuntan su mala relación con la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, posible rival de Sánchez por el liderato socialista.
Los dirigentes populares consultados dan por descontado que el líder socialista sería el candidato en unas nuevas elecciones, pero si no consigue gobernar (y los populares están convencidos de que lo va a tener muy difícil), creen que no sobreviviría en el cargo de secretario general en el Congreso que debe celebrar el PSOE en los próximos meses.
Esta fecha de caducidad, alegan, es lo que puede hacer que Pedro Sánchez haga "lo indecible" para lograr un acuerdo con Pablo Iglesias, dejando de lado a Ciudadanos, ya que dan por seguro que en el referéndum de Podemos, las bases apostarán masivamente por un acuerdo de coalición progresista sin el partido de Albert Rivera.
"Lo va a intentar hasta el final", apostillan algunos dirigentes del PP, que ponen como ejemplo el hecho de que, a pesar de que el portavoz parlamentario del Grupo Socialista, Antonio Hernando, diera por cerrada la negociación alegando que Pablo Iglesias no es de fiar, al día siguiente, Pedro Sánchez, volvió a tender la mano a Iglesias para intentarlo de nuevo.
Algunos apuntan que la izquierda, siempre que ha podido, ha gobernado y ponen como ejemplo los acuerdos que alcanzaron los barones socialistas con Podemos tras las elecciones autonómicas, así como los ayuntamientos que arrebataron al PP, a pesar de haber ganado los comicios municipales.
Esta desconfianza también se ve alimentada por el caso catalán. En el PP tienen muy presente que cuando ya se daba por descontado que no habría gobierno y se tendrían que repetir las elecciones autonómicas, se produjo un acuerdo 'in extremis' de Junts pel Sí con la CUP.
En el PP creen que lo que puede salvar la situación y evitar un gobierno con Podemos es el corsé que le pusieron los barones a Pedro Sánchez en el Comité Federal de hace un par de meses, en el que quedó claro que no podía sentarse a negociar con quien defendiera la celebración de un referéndum independentista en Cataluña.
Pero aún así, tampoco se confían. Aunque piensan que a Pablo Iglesias lo que le interesa es una repetición de las elecciones y dar el sorpasso al PSOE, los populares creen que si en los cálculos del líder morado no está clara esta posibilidad, podría avenirse a un pacto con el socialista rebajando sus pretensiones o camuflándolas. Y eso, señalan, puede depender en gran medida de si prospera una alianza con Izquierda Unida para ir conjuntamente a generales.
De hecho, algunos dirigentes populares recuerdan que ahí está, aunque a la espera de lo que ocurra, la vía abierta para que el líder del PSC, Miquel Iceta, y el de EnComúPodem, Xavier Doménech, busquen una salida para el problema catalán. Se temen algún tipo de "componenda" si fuera necesario para sacar adelante un acuerdo entre Podemos y el PSOE.
Ese acuerdo necesitaría de otros apoyos como el del IU y el PNV, así como la abstención de los independentistas. Pero en el PP creen que en el fondo a los independentistas les conviene un gobierno débil en Madrid y no descartan que esa abstención se pudiera producir para favorecer sus propios intereses.