Chamizo cree que deben replantearse las penas

El Defensor del Pueblo Andaluz, José Chamizo, considera que habría que replantearse las penas que se recogen en el Código Penal, ya que “algunas veces son altas y otras, en comparación con el delito, son bajas”.

Chamizo, que ayer participó en Granada en unas jornadas sobre menores en riesgo social, señaló que entiende la movilización ciudadana que pide el endurecimiento de la penas por el caso de la joven sevillana Marta del Castillo, ya que se trata de una situación “dramática”, al no haber encontrado el cadáver y “los presuntos asesinos no dicen la verdad”. Estos condicionantes llevan a “que la gente pida el endurecimiento”, aunque es un asunto que se debe decidir y analizar en el Parlamento, añadió.

La plataforma Todos somos Marta convocó este viernes manifestaciones en decenas de ciudades para pedir que se endurezcan las penas en casos similares al de la desaparición y muerte de la joven sevillana.

Violencia en el hogar
José Chamizo alertó también sobre el aumento “de manera dramática” que se está produciendo en los casos de violencia de hijos a padres.

El Defensor del Pueblo afirmó que los trastornos de conducta que provocan las agresiones de los hijos a los padres son “la nueva epidemia”.

Explicó que sólo se está avanzando en la solución de algunas de estas situaciones, como cuando los hijos consumen drogas o tienen algún problema psiquiátrico, pero que en otros casos, como con las chicas, se tienen más dificultades, ya que la única solución es ir a un centro o la mediación familiar.

El Defensor del Pueblo considera que la situación de los menores en Andalucía es “contradictoria”, porque se mezcla el discurso público, incluido el de los medios de comunicación, con la realidad, en la que la gran mayoría de jóvenes llevan “una vida normal”.

Lo que suponen los medios
Para Chamizo, en los medios “casi siempre sale de los menores la parte negativa”, ya que trasladan “más información de violencia de la que hay”, porque lo que es normal “lamentablemente no es noticia”.

Dentro de los menores que se encuentran con problemas de riesgo social hay más de 6.000 que están acogidos a medidas de desamparo, ya sea en centros de menores o en acogida con otras familias.

Estas situaciones se producen porque el nivel familiar “ha fallado previamente” y después hay muchas dificultades para restituirlo, por lo que el Defensor ha propuesto que se lleven a cabo menos medidas de desamparo y en su lugar se trabaje más con las familias.

Los grupos familiares en los que se dan estos casos “no siempre van unidos a la pobreza”, ya que actualmente se vive “en muchas familias de clase media”, en las que los dos padres tienen que trabajar y “hay cierto abandono de los padres”.