El Real Betis puede ser este sábado decisivo en la lucha por el título de la Liga BBVA de lograr algún resultado positivo ante un líder Barcelona que llega al Benito Villamarín sin opción al error, y con la obligación de ganar para evitar ser superado por Atlético y Real Madrid, si estos ganan.
El equipo bético, de Juan Merino, afronta el choque ante los barcelonistas con la tranquilidad de haber conseguido virtualmente el objetivo de la permanencia en Primera división, aunque con la obligación de ofrecer una alegría y congraciarse con su afición tras el nuevo varapalo sufrido el pasado fin de semana ante el Sevilla.
El propio presidente bético, Ángel Haro, ha afeado esta semana el fatalismo y la resignación con la que Merino y los jugadores asumieron la derrota ante el eterno rival. Además, ha subrayado la importancia de lograr cuantos más puntos mejor en esta temporada para, así, incrementar los ingresos del reparto televisivo de la próxima.
Sin embargo, la sensación de fin de un ciclo parece haber llegado a Heliópolis con la salida del director deportivo, Eduardo Macià, las negociaciones para fichar al próximo y las cábalas sobre la planificación para la siguiente campaña. Ello ha colocado lo deportivo en un segundo plano, pese a los esfuerzos de entrenador y jugadores por destacar la importancia de los tres puntos ante el Barcelona.
Para el encuentro ante el Barcelona, Merino recuperará al central tinerfeño Bruno González, convaleciente toda esta semana de una lesión en un dedo del pie, y seguirán causando baja el lateral peruano Juan Manuel Vargas y el centrocampista francés Didier Digard.
La principal novedad de la lista de convocaos ofrecida por Juan Merino es la del extremo argelino Foued Kadir. Pese a la derrota ante el Sevilla, no se esperan demasiados cambios en el once que presentará ante el Barcelona.
El Barcelona quiere seguir descontando hacia el título y, para ello, no se puede permitir ningún desliz en el Villamarín frente al Betis, un rival que históricamente se le da bien y ante el que no pierde en Sevilla en partido liguero desde 2008.
Los azulgrana, descabalgados de la "Champions", centran todos sus esfuerzos en la Liga y en la final de Copa del Rey. Saben que si ganan los tres partidos que restan, serán campeones, porque tienen la diferencia de goles favorable con el Atlético de Madrid, equipo con el que empatan en la clasificación.
Tal y como están las cosas, y a cuatro partidos para concluir el campeonato -los tres de Liga y la final de Copa-, Luis Enrique alineará su once de gala.
Desde que el Barcelona perdió su ventaja en la clasificación, con la derrota en el Camp Nou ante el Valencia (1-2), los azulgrana han respondido con dos contundentes goleadas. Ganaron en Riazor por 0-8 y en casa ante el Sporting de Gijón (6-0), con más goles que fútbol.
Pero a estas alturas de temporada, lo que mandan son los resultados. Una semana más, jugará el Barça con la presión de conocer los resultados del partido que el Atlético de Madrid jugará previamente contra el Rayo, como también conocerá cómo le ha ido al Real Madrid en su visita a Anoeta.
El único cambio probable en el once titular será el regreso de Dani Alves al once, en lugar de Sergi Roberto, que sufrió una pequeña lesión hace una semana ante el Sporting de Gijón.
En defensa, Piqué y Mascherano serán los centrales y Alba, el lateral zurdo. En el medio, Busquets dirigirá el tráfico por detrás de Rakitic e Iniesta, mientras que delante Messi y Neymar Jr. acompañarán a Luis Suárez, máximo goleador de las Ligas Europeas.