La formalización de una Red Local contra la Violencia de Género y la creación de una Mesa Local de Igualdad fueron dos de las propuestas que la concejala de Igualdad y Mercados, Julia Romero, planteó a los colectivos de mujeres en el transcurso de una reunión mantenida hace unos días en la Casa de la Igualdad.
La concejala destacó que tanto con la Red contra la Violencia de Género, a la que están adheridas un total de 35 asociaciones, como con la Mesa Local “se busca la intervención de las mujeres para que se comprometan con los problemas sociales de la localidad, con una visión de género”, subrayando la importancia de que otras entidades privadas se unan a la Red “para que esta problemática sea visible”. Romero también expuso en la reunión la necesidad de acometer una renovación en los cargos directivos de las asociaciones de mujeres, algo que debe ser objeto de un profundo análisis. “Queremos conocer las causas que han motivado que dicha renovación no se haya producido, ya que la mayoría de los colectivos continúan con las mismas personas al frente de ellos desde el año 1999”, motivo por el cual solicitó nuevas incorporaciones que aseguren la continuidad de las mismas. Por otra parte, la responsable de Igualdad, informó que en las actividades programadas en el primer semestre del año habían participado unas 3000 mujeres, calificando la programación “de muy positiva”. Por último, Julia Romero hizo entrega a la Asociación María Górriz de un talón por importe de 908 euros recaudados en la Carrera de la Mujer celebrada días pasados, cantidad que irá destinada al monumento a la Mujer Membrillera.
En otro orden de cosas, la pasada semana se celebraron en la localidad granadina de Huétor Vega unas jornadas sobre las estrategias de coordinación en la atención a las víctimas de violencia de género en la que participó la asesora jurídica del Centro Municipal de Información a la Mujer, Inmaculada Muñoz, en representación de la Comisión Técnica Local de Violencia de Género de Puente Genil, interviniendo con la ponencia que llevaba por nombre “Buenas Prácticas de Coordinación Institucional en la Atención a Víctimas de Violencia de Género”.