La barriada de la Pelusa sigue siendo un calvario para sus vecinos. Cableado aéreo que cruza sus calles o se amontona en postes más propios de otra década, estrechas aceras y empinadas escaleras que hacen cuesta arriba su vida diaria. El Ayuntamiento de Málaga se comprometió hace meses a acabar con el tendido eléctrico y reservó 500.000 mil euros del presupuesto para atajarlo. Se adjudicó en mayo pasado, pero ni rastro de cuándo comenzarán las obras. Ahora los socialistas piden al equipo de Gobierno popular que aproveche los trabajos para mejorar la accesibilidad de esta zona, cuyos residentes son en su mayoría mayores con movilidad reducida.
“Los vecinos de La Pelusa estamos cansados de que se nos utilice sin hacer nada”, denunció ayer Inmaculada de la Torre, presidenta de la asociación Gálica, que también criticó la falta de limpieza en el barrio, después de que el barrendero “esté de vacaciones y no han puesto a nadie”.
La falta de inversiones es una de las críticas recurrentes de las que se han hecho eco también los socialistas. “Ahora que por fin llega la inversión aquí, que se haga bien, que se escuche a los vecinos”, pidió la portavoz María Gámez, que se mostró convencida de la viabilidad de instalar rampas para acabar con las barreras arquitectónicas y ampliar partida si es necesario.