Parece que la concentración de los vecinos de Villas de Este empieza a surtir efecto. Solo una semana después de que se concentraran en los terrenos de frente de sus casas en los que en su día se proyectó la construcción de pistas deportivas y equipamiento educativo e infantil y que once años después siguen vírgenes, una máquina de Infraestructuras los está recorriendo estos días para limpiarlos y retirar los rastrojos, después de que los propietarios alertaran del riesgo de incendio y de las condiciones insalubres que hay en este espacio.
Nunca hasta ahora a estos residentes les ha hecho tanta ilusión la llegada de esta máquina y la cuba, aunque esto solo es la primera parte de una reivindicación que no se queda aquí.
Además del acondicionamiento de estos terrenos municipales tras más de una década de abandono, los vecinos reclaman su vallado y cerramiento para acabar con la entrada de animales -frecuentemente pastan rebaños de ovejas- y el replanteo de las pistas para disponer de un espacio de juegos para los niños, que fue el proyecto que se les vendió cuando se metieron en esta hipoteca hace más de una década. Además, los vecinos también se están moviendo para denunciar el problema de los vertidos supuestamente ilegales en el colector de La Canaleja.