El informe McLaren, investigación que hace meses confirmó las prácticas de dopaje de Estado en Rusia y que mañana hará pública su segunda parte, ha hecho aflorar un abanico de dudas sobre la validez del sistema antidopaje y en paralelo ha generado críticas a la actuación de la Agencia Mundial (AMA).
El tiempo transcurrido desde que ésta empezó a tener información de dopaje en Rusia (2010) hasta que empezó a investigar el caso (2014) es uno de los aspectos cuestionados desde algunas organizaciones antidopaje, que tampoco comprenden que se haya optado por buscar responsabilidades individuales en lugar de colectivas.
Entre las dudas y las críticas se pueden incluir las siguientes:
- La AMA fue criticada por representantes gubernamentales y organizaciones deportivas por el retraso en el inicio de las investigaciones (diciembre 2014) pese a tener información desde el año 2010.
El argumento de la AMA frente a esto fue que tuvo que esperar a la entrada en vigor del Código Mundial Antidopaje 2015 para tener competencias en investigación.
El Código anterior, que estuvo vigente desde 2009, señalaba como funciones y responsabilidades de la agencia la realización de controles autorizados por otras organizaciones y la colaboración con agencias y organizaciones nacionales e internacionales relacionadas "facilitando, entre otras cosas. las instrucciones e investigaciones" (artículo 20.7,8)
El artículo 7.4 también señalaba que "la organización antidopaje" -definición que incluía a la propia AMA- marcaba su deber a proceder a una investigación complementaria por posible infracción de las normas antidopaje"
En aquella fecha la AMA ya tenía un acuerdo firmado con INTERPOL y la competencia técnica sobre los laboratorios siempre ha sido y es de la propia agencia mundial.
- Otro de los aspectos chocantes es que la reacción de la AMA está condicionada por la difusión o aparición en prensa de informaciones alarmantes sobre el caso en Rusia, cuando debía conocerlas o al menos tener indicios.
- También cuesta entender por qué cuando se suspende a la Agencia Antidopaje Rusa (RUSADA) por corrupción y se nombra a otra -la británica- para asumir los controles en todos los deportes las medidas de no cumplimiento se limitan solo a la federación rusa de atletismo, cuando RUSADA y el laboratorio hacían controles de todos los deportes.
Las voces críticas las han señalado como medidas para justificar una serie de acciones de la AMA ante escándalos públicos más que una firme decisión de esclarecer los hechos.
El informe de la comisión independiente de la AMA, previo al McLaren, incluyó datos estadísticos sobre la cifra de adversos en el pasaporte biológico, que se introdujo en el año 2010. Desde éste y hasta 2015 hubo un total de 83 adversos por pasaporte.
De ellos 29 eran de rusos, 9 de turcos 7 de Ucrania y Portugal y 6 de España.
- La AMA rechazó extender su investigación y la de McLaren a otros deportes rusos pese al reconocimiento de que Rusia no es el único pas con este problema y las peticiones de estados como Estados Unidos, su comité de deportistas y federaciones y comités olímpicos nacionales
- La AMA podía haber trasladado al COI la declaración de no cumplimiento prevista en el Código y en la Carta olímpica del Comité Olímpico ruso, lo que habría evitado el debate sobre la responsabilidad individual y las sanciones derivadas de ello.
- Lo ocurrido en Rusia debería llevar a la revisión de todo el sistema e antidopaje porque el país utilizada el propio sistema para garantizar la protección de sus deportistas y ha demostrado que no sirve para garantizar a los deportistas limpios, ni a los gobiernos verdaderamente implicados en la lucha antidopaje. Se ha vulnerado desde la recogida hasta los análisis.
Para algunos expertos consultados por EFE "gastando cada vez más recursos humanos y financieros estamos trabajando sobre un modelo que se ha mostrado completamente vulnerable".