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España

Gallardón: "Iglesias y sus secuaces" son "mayordomos" del chavismo

Cree que los mediadores como Zapatero han sido "engañados" y "humillados" porque el diálogo sólo sirve para "blanquear la tiranía"

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  • GALLARDÓN -

El exministro de Justicia Alberto Ruiz-Gallardón, miembro del equipo de defensa del opositor venezolano Leopoldo López, ha cargado duramente contra Podemos por no asistir al acto de este jueves en el que se pidió su libertad y ha tachado a "Pablo Iglesias y sus secuaces" de "mayordomos a sueldo" del chavismo.

En sendas entrevistas en Onda Cero y en la Cadena Cope, recogidas por Europa Press, Gallardón ha remarcado que ese acto fue "de dignidad y unidad". A su juicio, en ese acto unieron sus voces fueron "los demócratas" y "los que no fueron --como Podemos-- es porque no creen en la democracia".

Además, ha respondido al "insulto mezquino" del líder de Podemos, Pablo Iglesias, en las que tachó al ex presidente socialista Felipe González de "mayordomo del capitalismo", afirmando que "la única relación económica acreditada en todo este asunto" es que "Iglesias y sus secuaces, en sus estructuras previas a la constitución de Podemos, cobraron de Venezuela", de manera que ellos sí que son "mayordomos a sueldo" y por eso "defienden a una tiranía". Su silencio, ha dicho, "no es cómplice, es culpable".

También ha advertido de que los esfuerzos de mediación, en los que participa el ex presidente socialista José Luis Rodríguez Zapatero, son en realidad "una mentira" que sólo está sirviendo para "blanquear la tiranía" y "demorar la condena internacional" y no servirá para liberar a los presos.

En su opinión, el Gobierno de Nicolás Maduro ha "engañado" a los mediadores que quisieron ayudar "de buena fe", entre ellos Zapatero, el dominicano Leonel Fernández y el propio Vaticano, y los ha "humillado". Eso sí, cree que ahora el Vaticano es "plenamente consciente" de que ha sido objeto de un engaño y por eso hace "algunos meses" en los que no han hecho ninguna manifestación.

NO SALDRÁ "MIENTRAS SUBSISTA LA DICTADURA"

Y es que Gallardón sostiene que "mientras subsista la dictadura" chavista, ni Leopoldo López ni los demás presos político dejarán la cárcel. Es más, cree que los presos son "mercancía", de manera que es posible que algunos sean liberados --como ya ha ocurrido en el pasado--, si Venezuela necesita algún tipo de ayuda de la comunidad internacional, pero acto seguido otros serán encarcelados.

"No estamos ante un problema que se pueda resolver con diálogo estamos ante una ocupación del poder del país por una estructura absolutamente corrupta que tiene intereses económicos y que usa como rehenes a los presos y a todo el pueblo venezolano", ha avisado.

Gallardón tampoco cree que pueda confiarse en órganos jurisdiccionales internacionales, porque para eso Venezuela tendría que aceptar su jurisdicción, pero sí en la presión política. De hecho, considera "fundamental" que se active cuanto antes la carta de la Organización de Estados Americanos (OEA) y se expulse a Venezuela de los foros democráticos porque es "peor que una dictadura", y así "doblegar la voluntad de los militares venezolanos y el Gobierno títere de Maduro".

EL GOBIERNO ESPAÑOL DEBE HACER MÁS

Además, cree que el Gobierno español y todos los gobiernos latinoamericanos deben "hacer más, llegar más lejos, ser más rigurosos y anteponer la defensa de las libertades y los derechos humanos a cualquier otro tipo de intereses".

En concreto, ha pedido al Gobierno español que lidere una reflexión en el seno de la UE, extendiendo así el compromiso "incondicional" que ya ha demostrado con la liberación de los presos y dejando claro que no es sólo un asunto latinoamericano.

El exministro ha asegurado que a él le "reconfortó" ver en el acto a favor de López a personas con diferencias ideológicas, como José María Aznar, Felipe González y Albert Rivera, "otro demócrata", defendiendo juntos "un grito sereno pero enérgico".

Gallardón ha hecho hincapié en que él se ha retirado de la política y no ha querido comentar asuntos de actualidad española, más allá de decir, preguntado por la sentencia de Nóos, que España puede estar orgullosa de su Estado de Derecho y que ojalá se pueda decir eso algún día de Venezuela.

A su modo de ver, el problema de Venezuela va más allá del "populismo" como forma de "engañar a la población" y sustituir la democracia representativa por "liderazgos" de unos "muy queridos líderes". El populismo, ha explicado, fue la forma de llegar al poder, pero ahora Venezuela es una "tiranía".

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