El grupo de profesionales estaba compuesto por enfermeros, un veterinario, un dentista, un electricista, fontanero, auxiliares y personal de apoyo.
Todos los trabajos que se han realizado han sido, según la entidad, “para ayudar y mejorar los medios de vida de las personas de las montañas”.
Así, los enfermeros atendieron “a muchas personas que tenían síntomas de quemaduras o a niños con heridas abiertas o problemas de en la piel”.
Mientras, el dentista, un doctor que viajó desde Brasil, pudo ofrecer información del cuidado y la higiene dental, así como repartir material higiénico dental. Además, ya se ha comenzado el proyecto para crear una clínica odontológica en la aldea más próxima a estas montañas, donde podrán ser atendidas estas personas.
Por su parte, el veterinario realizó “una gran labor de vacunación” de animales, siendo “realmente importe para una población nómada que subsiste del ganado”. En cuanto al electricista y al fontanero y sus auxiliares, trabajaron en las instalaciones eléctricas de algunas viviendas, así como la instalación de un depósito de agua potable de 1.000 litros para la asociación de minusválidos.
La entidad subraya que “el trabajo realizado ha merecido la pena”. Por ello, desde Talita Cum “animamos a que otros profesionales puedan dedicar algo de su tiempo a la ayuda de personas con estas necesidades tan precarias”.
Talita Cum está comenzando un Banco de Voluntarios profesionales, con los que poder contar para realizar estas labores humanitarias. La ONG Talita Cum se caracteriza principalmente porque pasa por ser una asociación de voluntariado, donde nadie cobra ningún tipo de sueldo y los voluntarios entregan directamente la ayuda a los necesitamos.