La dirección facultativa de las obras de la futura Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía -en la zona de La Asunción- ha instado al derribo de una parte de la estructura del forjado al haber apreciado en sus inspecciones periódicas una serie de problemas de ejecución.
La medida se adopta cuando apenas resta un mes para que se cumpla un año desde la colocación de la primera piedra de este edificio, que está siendo promovido por la Secretaría de Estado de Seguridad del Ministerio de Interior y cuya dirección facultativa asumieron los técnicos de la Delegación municipal de Urbanismo.
Fuentes de la Subdelegación del Gobierno entienden que esta demolición parcial de los trabajos ya ejecutados supone una “garantía” de que las obras se ajustan a lo inicialmente proyectado. Mientras tanto, desde la Delegación municipal de Urbanismo se destaca el hecho de que los trabajos “siguen su curso” con independencia del problema detectado por los técnicos en una parte de la estructura del forjado de la futura Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía.
Sea como fuera, el hecho no ha pasado inadvertido para los vecinos de la barriada de La Asunción, toda vez que los trabajos se están ejecutando en una zona bastante transitada. A los vecinos les había llamado la atención que la piqueta estuviera interviniendo estos últimos días para derribar estructuras ya construidas de este futuro equipamiento, cuyas obras deben estar teóricamente finalizadas en octubre del próximo año, ya que contaban con un periodo de ejecución de 24 meses.
La primera piedra del edificio se colocó el 11 de octubre de 2016. La futura Comisaría contará con tres plantas de altura y una cuarta subterránea, y una superficie total de 6.930 metros cuadrados. El presupuesto inicial de las obras ascendía a 10,2 millones de euros. Las obras fueron adjudicadas por procedimiento abierto a la empresa Vías y Construcciones, siendo el proyecto redactado por los arquitectos municipales Juan Fernando Bernal, Fernando Contreras y Manuel Barroso.
La futura Comisaría dispondrá de garaje, área de detención, archivo, almacenes, galería de tiro y usos complementarios en el sótano; mientras que en la planta baja dispondrá de los usos relacionados con la atención al ciudadano, como la zona de denuncias y de documentación. La primera y segunda planta se destinarán a usos policiales, así como a gestión y jefatura, además del archivo.
Tanto desde Subdelegación del Gobierno como desde el propio Ayuntamiento se ha restado importancia al derribo de una parte de la estructura del forjado como consecuencia de los problemas de ejecución observados, destacándose precisamente que gracias a esa supervisión técnica el edificio va a cumplir todos los parámetros de seguridad exigibles.