El Hospital Regional de Málaga ha concluido las obras de la Unidad de Atención al Ictus, una mejora que ha duplicado su capacidad convirtiéndola en la de mayor tamaño de Andalucía y donde se atenderán los accidentes cerebro-vasculares en fase aguda, además de que permitirá mejorar el diagnóstico y tratamiento.
La delegada de Igualdad, Salud y Políticas Sociales, Ana Isabel González, acompañada por el gerente del Hospital Regional de Málaga, Emiliano Nuevo, el jefe de servicio de Neurología, Pedro Serrano, la supervisora de la planta, Luisa Vergara, y el personal de la unidad, han visitado este martes la nueva unidad.
Ésta "dará soporte a todos los tratamientos emergentes del ictus hasta el máximo grado de complejidad, representado por la trombectomía mecánica en el marco del Plan Ictus", ha indicado la delegada.
La trombectomía es un procedimiento que consiste en la extracción mecánica --a través de un acceso arterial periférico-- de un coágulo, situado en una arteria cerebral, en el plazo máximo de seis horas desde el inicio de los síntomas.
Estos procedimientos exigen una perfecta coordinación entre los profesionales de los diferentes dispositivos y especialidades que participan en el Plan Ictus, que incluye los Servicios de Urgencias extrahospitalarios, Atención Primaria, Emergencias Sanitarias 061, Urgencias hospitalarias, Neurología, Anestesiología, Cuidados Intensivos, Neurocirugía y Neurorradiología Intervencionista; estos últimos, los encargados de la extracción del trombo.
El objetivo de las Unidades de Atención a los pacientes que han sufrido un accidente cerebro-vascular agudo, o ictus, "es reducir el impacto que se produce en la vida diaria de los pacientes afectados por esta patología, contribuyendo a una mejor y más rápida recuperación".
Por ello, la nueva Unidad de Ictus del Hospital Regional está concebida como una Unidad de Cuidados Intermedios de alta tecnología específicamente diseñada para la asistencia a los pacientes con ictus en fase aguda.
Los ocho puestos de atención están dotados de un sistema de monitorización multiparamétrica no invasiva, que permitirá el control permanente de sus funciones vitales; un sistema de video-vigilancia que permita el acceso visual desde el control de enfermería y desde el despacho médico; y un sistema de holter ECG sin cables --dispositivo que permite grabar de forma permanente los latidos del corazón--.
En este sentido, el jefe de servicio ha asegurado "que la puesta en marcha del Plan Ictus, con trombectomía mecánica 24 horas al día, es un punto de inflexión, ya que es el tratamiento más eficaz para el ictus y ha demostrado un impacto tremendo en cuanto a cifras de morbi-mortalidad".
Desde el pasado noviembre, la Unidad dispone de un equipo sanitario que funciona 24 horas del día y 365 días al año, compuesto por dos neurólogos expertos en patología cerebro-vascular, un equipo de enfermería con formación específica en esta patología y un equipo de anestesia localizado destinado a atender esta demanda.
Se calcula que el volumen de pacientes que anualmente pueden beneficiarse de este procedimiento en la provincia de Málaga se sitúa en torno a los 450 o 500 pacientes.
El Hospital Regional de Málaga atiende cada año una cifra de alrededor de 800 pacientes con ictus, de los que cerca de 600 son isquémicos y, 200, hemorrágicos.
Para Serrano es "clave" la intervención precoz en la atención, "recortar minutos es vital a la evolución del ictus, porque disminuye de forma dramática el número de neuronas perdidas y, en consecuencia, las secuelas".
Por ello, el jefe de servicio de Neurología ha alertado de la importancia de la rápida detección. "Desde el momento en el que detectemos que algo no funciona bien de forma brusca, bien sea una pérdida de visión, alteración en el habla o alteraciones de movilidad o sensibilidad en partes de nuestro organismo, hay que actuar: no hay un minuto que perder y cuanto antes lleguemos al hospital, más opciones hay de que el tratamiento sea eficaz", ha concluido.
ACTUACIONES EN INFRAESTRUCTURAS
La nueva unidad, dotada de ocho puestos, cuenta también con un aseo para pacientes, un puesto de control de enfermería y dos puestos de preparación de tratamientos.
Los trabajos realizados, que han tenido una duración de dos meses, han consistido en la sustitución de revestimientos en paramentos verticales y horizontales, dotándolos de revestimientos de alta resistencia a los golpes y de fácil limpieza; así como la sustitución de techos y de ventanas.
Asimismo, ha incluido la creación de máxima accesibilidad en aseos --con una ducha a nivel de suelo--, cabeceros de hospitalización con luz de lectura para los pacientes y luz indirecta, así como la dotación necesaria de tomas de gases medicinales, tomas de corriente y soporte de monitores.
También se han realizado nuevas instalaciones de electricidad, incluyendo luminarias de bajo consumo tipo LED; fontanería, llamada enfermo-enfermera, y climatización, y se ha mejorado la instalación de vacío y de aire medicinal dotándolo de más tomas. Asimismo, se ha incorporado nuevo mobiliario de hospitalización.