El edificio, que alberga dos casas de acogida de la Fundación Prolibertas para inmigrantes y ex reclusos, presenta importantes problemas de deterioro especialmente en la zona del tejado y la fachada. De hecho, las fuertes lluvias del último invierno hicieron que se procediera a la evacuación inmediata de la mitad de los usuarios. Ante esta situación el Ayuntamiento de la ciudad, en contacto con la Junta de Andalucía, acordaron la puesta en marcha de un protocolo de actuación en el inmueble, propiedad del Obispado de Málaga.
Tras seis meses de espera y una intervención de urgencia realizada por el Consistorio de la ciudad, el Partido Popular denunció que los trabajos de restauración aún no han comenzado.
Por su parte, el alcalde de Antequera, Ricardo Millán, explicó que el proyecto de rehabilitación está en manos de la Junta de Andalucía que es quien tiene que darle el visto bueno. Un primer proyecto valoró la intervención en 2,8 millones de euros a desarrollar en tres fases dándole prioridad a la recuperación de las cubiertas interiores y la fachada.