Al Sevilla, rey de la Liga Europa como pentacampeón del torneo, le ha sonreído la fortuna en el sorteo de la fase de grupos al quedar encuadrado en el J con el Krasnodar ruso, el Standard de Lieja belga y el Akhisar turco, un cuadro a priori asequible, pero con duros desplazamientos como gran inconveniente.
Los sevillistas, tras tres presencias seguidas en la 'Champions', regresan al torneo que le ha dado un nombre y mucha gloria en Europa, aunque para ello, por su séptima plaza en la pasada Liga, tuvo que comenzar a competir el 27 de julio y superar tres rondas previas, aunque con solvencia, frente al Ujpest húngaro, el Zalgiris lituano y el Sigma Olomuc checo.
Por el nivel de sus rivales, con independencia de los largos viajes a Rusia y Turquía y de la dificultad de unos estadios donde la hinchada suele apretar, el equipo de Pablo Machín no parece que vaya a tener complicaciones para pasar a los dieciseisavos de final de una Liga Europa en la que tiene el coeficiente UEFA más alto (113.000) y, por ende, parte como uno de los grandes favoritos.
Así se ha reconocido abiertamente desde la cúpula del club andaluz, al asumir su director de fútbol, Joaquín Caparrós, esa condición de aspirante al que sería su sexto título, después de los dos consecutivos conquistados en 2006 y 2007, y los tres también seguidos de 2014, 2015 y 2016.
Aún así, tanto sus dirigentes como el sevillismo saben, por experiencia, que no será nada fácil y también se han apresurado a recalcar que saldrán a competir al máximo, pero desde el respeto más absoluto a todos los adversarios, al ser conscientes de que la ilusión es la misma en todos los equipos.
Será la vigésima primera participación del Sevilla en una competición europea, con catorce presencias en los últimos quince años -desde la campaña 2004-05 de forma ininterrumpida, salvo su ausencia en la 2011-12-, con lo que, por palmarés e historia, es superior sobre el papel al Krasnodar, Standar de Lieja y Akhisar Belediyespor.
El conjunto ruso, que estaba en el bombo 2 con el vigésimo segundo coeficiente del sorteo, es un equipo en crecimiento, dirigido por Murad Musaev y que se clasificó directamente para esta fase como cuarto de su liga.
El Krasnodar cuenta con solo diez años de historia, pero lleva desde 2011en una máxima categoría rusa en la que ha logrado permanecer entre los cuatro primeros en las últimas cuatro campañas, lo que le ha permitido jugar en Europa y atraer a figuras como el internacional peruano Christian Cueva.
El Sevilla, que comenzará y terminará esta fase en casa, visitará esta ciudad rusa, cercana al Mar Negro, el 4 de octubre, en la segunda jornada del grupo, con lo que evitará las bajas temperaturas de otras fechas.
También se las verá con el Standard de Lieja, que llega desde la previa de la Liga de Campeones -lo eliminó el Ajax holandés- tras ser segundo en la última liga de su país y en el que juegan conocidos de la liga española como el meta mexicano Guillermo Ochoa, el marroquí Mehdi Carcela-González y el belga Maxime Lestienne.
Dirigido por el mítico portero belga Michel Preud'homme, el Standard (en el puesto 33 de coeficiente UEFA) es un asiduo en competiciones europeas, ya se enfrentó a los sevillistas en este torneo en la 2014-15 (0-0 en Lieja y 3-1 en el Sánchez Pizjuán) y es uno de los equipos más laureados de Bélgica con diez campeonatos.
El más desconocido y, a priori, también más débil es el Akhisarspor (en la posición 41 por coeficiente de los 48 participantes en el sorteo), que ha estrenado técnico, el bosnio Safet Susic, y debuta en Europa tras su histórica gesta de ganar la Copa turca al Fenerbache, lo que le dio el pase directo a la Liga Europa.
