‘Vengo caminando’ es la nueva obra maestra del artista onubense Diego Guerrero, que presentará hoy en sociedad ante su gente a partir de las 21.00 horas en el Gran Teatro. Este cantante, guitarrista, arreglista y productor musical se ha convertido en una de las referencias mundiales para el encuentro del flamenco con otras músicas. Fue nominado en la última edición de los Premios Grammy Latinos al mejor disco flamenco, ahora tiene la agenda hasta arriba y dentro de muy poquito tiempo se pondrá manos a la obra en otro álbum.
Ilusionado con ‘Vuelvo caminando’...
–Pues este disco ya me ha dado más alegrías que sofocones, y eso es una rareza en una obra de arte, que suelen convertirte en su esclavo sin devolverte casi nada a cambio. Así que sí, por supuesto. La ilusión que teníamos cuando salió supongo que sería más grande de lo que creíamos.
¿Nervios por actuar en el Gran Teatro y ante tu gente?
–Me pone nervioso y a la vez me tranquiliza. Son sentimientos encontrados. Para mí el Gran Teatro es el más grande de los retos, porque la gente aquí me conoce y me sigue desde siempre, y precisamente por eso, aquí no puede haber trampa ni cartón.
¿Cuáles son sus sensaciones y qué espera?
–En Huelva hay que dar el callo porque hay expectativas. Hemos preparado este concierto como algo especial, diferente a los que hemos hecho hasta ahora. Creo que llegamos en el mejor momento musical, a la vez que con las tablas suficientes como para hacer pasar al público una experiencia divertida y sincera. Algo me dice que esta vez sí, va a ser una noche única.
¿Esperaba tanto cariño de los onubenses?
–Si, claro que sí. La gente de Huelva está orgullosa de los suyos. Siempre que he tocado en Huelva hemos llenado, y en cualquier rincón del mundo donde haga un concierto, siempre hay una voz que grita ¡Viva Huelva! Debéis tener corresponsales de este periódico por los cinco continentes, jejeje.
Está teniendo mucho impacto internacional…
–Pues no soy yo quién para juzgarlo. Es cierto que viajar a Las Vegas para la gala de los Latin Grammy como nominado no es poca cosa, y en los países donde hemos viajado este año nos han acogido muy bien, pero el efecto real de la música no se puede medir. Si una canción mía ha servido alguna vez para animar a alguien a seguir adelante, he conseguido todo el impacto internacional que buscaba.
Cuéntenos un poco su gira y sus futuros proyectos…
–Históricamente he tocado mucho más en el extranjero que en nuestro país, por aquello de que aquí no vende la música, sino la imagen, no vende el contenido, sino el continente. Pero con ‘Vengo caminando’ me he dado cuenta de que realmente no conocía España, yo que me las daba de viajero. Hemos hecho más de 50 presentaciones del disco desde el verano pasado que tocamos en Colombinas y vamos a cerrar el círculo de esta inolvidable experiencia en Huelva. Hemos estado en sitios impensables para mí hace años como O Grove (Galicia) o Zamora, pasando por ciudades más conocidas como Bilbao, Zaragoza, Valencia o A Coruña… y por supuesto, las obligadas, como Madrid y las capitales de Andalucía.
¿Proyectos futuros?
–Componer, arreglar, escribir y encender los fogones para cocinar el próximo álbum. En enero a Chile y Cuba, en otoño a Estados Unidos y en primavera ojalá podamos presentar el próximo disco.
¿Con qué se queda de ‘Vengo caminando’?
–Es un disco donde participó gente de derechas, de izquierdas, católicos, judíos, evangelistas, gitanos, mulatos, blancos, negros, árabes… y hubo una unión y una armonía que ya la quisieran para ellos en la ONU. Los artistas somos un ejemplo de convivencia para la sociedad, y eso es lo que más me ha gustado de esta experiencia. La política divide, la religión divide, la música une.
¿Puede adelantar alguna novedad del concierto del jueves?
–Hemos preparado música y canciones que no hemos hecho en el resto de la gira y dejaremos pistas suficientes para que los onubenses puedan imaginar lo que será el próximo disco, que ya está en proceso. Pero lo más importante es que será una velada de tú a tú, con la confianza que da el hecho de que, probablemente, conozca en persona a más de la mitad del público que asistirá. Nunca me he preparado lo que digo en los conciertos. Digo lo que me viene a la cabeza según la ocasión y trato de escuchar las sensaciones que está teniendo la gente. Intuyo que en esta ocasión la experiencia con el público va a ser más directa que nunca.