Ayer, regresando de Ámsterdam, mi última escapada rápida a uno de los destinos europeos que tan a la mano tenemos, y que tan accesibles al público en general están, intentaba hacer acopio de todo lo que me había aportado en el viaje.
Aparte del caos y el estado de nervios motivado por el tráfico de bicicletas, en solo tres días, me he podido traer una “cápsula del tiempo” con cientos de fotografías, datos históricos de la ciudad, sensaciones de una sociedad abierta y avanzada, alguna idea de negocio, e incluso una visita al emotivo Museo de Van Gogh.
A esto último le tenía un especial interés. No soy ningún especialista en arte, pero de siempre me había atraído su estilo de pintura, y la verdad es que no me defraudó.
Van Gogh, como posiblemente sabréis, murió a los treinta y siete años, cuando apenas llevaba doce años dedicándose a la pintura, y apenas acababa de encontrar su estilo.
En la locución de la audioguía, aparecía como una de sus últimas citas: “me importa un bledo, el color que tengan las cosas en la realidad”, refiriéndose a sus críticos. El inventaba colores y tonos diferentes, con una técnica también diferente. Una frase que sentí como mía, y que la extrapolo a nuestra provincia.
En estos días ha empezado ya nuestra cosecha de aceituna, la temprana, de más calidad. Muchos de los empresarios de sector apuestan por este aceite. Innovan y hacen de la diferenciación, su argumento. Innumerables ejemplos de comercialización e internacionalización con marcas de calidad. Necesitamos equilibrar la ratio empresarios/almazaras, y crear más empleos.
La mejora de infraestructuras debe de seguir reivindicándose. Esta semana pasada entiendo que hubo un acercamiento entre el presidente de nuestra Diputación, Francisco Reyes y el ministro de fomento José Luis Ábalos. Espero que se produzcan avances pronto, atraigamos inversiones, y creemos empleo.
El oleoturismo va por una senda excelente. Solo nos queda hacerlo crecer, buscar sinergias con el resto de los sectores, gastronomía, cultura, ocio, etc., y crear empleo.
Entiendo que, por complacencia, no estamos obligados a hacer nada como lo hacen los demás. Tampoco tenemos que fijarnos en el color actual de nuestra realidad, y empezar quizás a pintarlo a nuestro gusto y conveniencia. Sobre todo, tenemos que ser inquietos e imaginativos, y trabajarlo mucho.
Esta semana disfrutemos de la Feria de San Lucas en nuestra capital, y luego, veamos nuestro futuro con el color del empleo.
