Las nuevas tecnologías surgieron como herramientas para hacernos el trabajo más fácil. Ahora, según la Organización Mundial de la Salud (OMS) amenazan con convertirse en las nuevas adicciones del siglo XXI. Según datos recogidos por la OMS, una de cada cuatro personas, sufre trastornos relacionados con las nuevas adicciones tecnológicas. En España, se estima que entre el 6 y 9% de los usuarios de Internet podrían haber desarrollado el trastorno adictivo. Carmen Tocón, directora de Proyecto Joven de la asociación Proyecto Hombre, señala que “esta adicción puede afectar a todas las edades, pero principalmente se da en jóvenes adolescentes”, además añade que “suelen ser jóvenes con problemas de habilidades sociales, con dificultades para resolver conflictos, y con bajo nivel de tolerancia a la frustración”. Carmen Tocón señala el epicentro del problema: “El problema en su mayoría se debe a que los padres no saben poner límites ni medidas en el uso que sus hijos tienen con los dispositivos tecnológicos, lo que deriva en que se convierta en una conducta habitual del menor, y esto pude degenerar en otras circunstancias, como por ejemplo, la violencia o el distanciamiento con los familiares. Todo esto es el fruto de un pensamiento del tipo “le voy a dar a mi hijo todo lo que yo no pude tener”, y entre esas cosas se encuentran los teléfonos móviles”.
La directora de Proyecto Joven advierte que hay que saber diferenciar acerca de los términos que rodean a la adicción, y que no todos los menores que usen dispositivos a temprana edad sufrirán un trastorno relacionado con las nuevas tecnologías. Por eso, Tocón insiste en diferenciar estas distintas palabras: mal uso, abuso y adicción. Respecto al mal uso, lo representa como “ si los padres le regalan un móvil a su hijo de 8 años, seguramente se vaya a dar un mal uso, debido al desconocimiento del menor ante el dispositivo”. Se podría hablar de abuso, según Carmen Tocón, cuando “no hay normas ni límites en el uso de dispositivos tecnológicos”. Finalmente, según expone, la adicción llegaría cuando “este tipo de actividad te quita de hacer otras básicas como por ejemplo, la alimentación, la higiene, o la asistencia al trabajo o las clases”.
Proyecto Joven
Proyecto Joven lleva dedicándose a la gestión de adicciones en menores desde el año 1997, y desde hace tan solo tres años, 2014/2015, atiende a jóvenes que tienen un mal uso o abusan de las nuevas tecnologías. Su directora, Carmen Tocón, señala que “hace años venimos recibiendo a menores que presentan un cuadro de trastorno relacionados con las nuevas tecnologías, pero no fue hasta hace unos años cuando se empezó a convertir en una problemática social. Ante estos casos solemos activar nuestro protocolo”. Actualmente, el protocolo que lleva a cabo este grupo de Proyecto Hombre, consiste en “realizar una reeducación junto a la familia del menor. Se empieza por una fase de conducta, en la que se intenta resolver los conflicto en el entorno cercano. Luego nos adentraríamos en el nivel emocional, ayudaríamos al menor a expresar sus sentimientos y emociones. Finalmente, le instamos a formar un nuevo proyecto de vida que fomente las relaciones personales, que conozca nuevos espacios”.
Carmen Tocón añade que “también llevamos a cabo una reeducación tanto con el menor, como con la familia. Es fundamental la ayuda y predisposición que tenga la familia en atajar cuanto antes el problema con las nuevas tecnologías”. En Proyecto Joven también realizan terapia de grupo para ayudar a aquellos menores que hacen un mal uso de las redes sociales. Tocón explica que es fácil desintoxicar al menor de las TIC si hay fuerza de voluntad por ambas partes, tanto por parte del menor, como de la familia, y que unido a una buena terapia se puede volver a recuperar el control. “Hace una semana le dimos el alta terapéutica a un menor que presentaba trastornos relacionados con las nuevas tecnologías. Actualmente hay cinco jóvenes dentro de la terapia de grupo de Proyecto Joven , y dos en el protocolo de inicio. Sus familias ya han entrado en el programa para ir informándose de las medidas a tomar”, señala la directora de Proyecto Joven. “La sociedad está concienciada, pero aún se queda anclada en la queja y no actúa como se debiera”, así subrayó Carmen Tocón la situación que está ocupando esta adicción en la sociedad. Respecto al uso de los dispositivos móviles en las aulas de los colegios, la directora de Proyecto Joven afirma que “se deberían prohibir totalmente llevar teléfonos móvil al colegio. Ni siquiera llevarlos y tenerlos apagados. Aún hay centros en los que hacen la “vista gorda” y los niños pueden utilizar estos dispositivos sin ningún tipo de control, es ahí cuando empiezan a surgir los problemas”.