Los dos acusados del doble crimen de Cartaya, J.M.P.P. y J.A.M.B., ambos naturales de esa localidad onubense, serán trasladados desde la cárcel de Huelva a otras prisiones por motivos de seguridad, según han informado a Efe fuentes próximas al caso.
Las familias de ambos, de hecho, están amenazadas de muerte por familiares y amigos de los fallecidos, por lo que se encuentran ocultas y protegidas por la Guardia Civil.
El día que acudieron al Palacio de Justicia de Ayamonte a declarar, además, cerca de cuarenta agentes de la Policía Nacional y la Guardia Civil vigilaron el recinto con el fin de garantizar la integridad de los arrestados.
El caso está por ahora en manos del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Ayamonte, que el 19 de abril ordenó el ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza de los detenidos en relación a los cadáveres de dos hombres que fueron descubiertos en una finca de Cartaya, según informó el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA).
La jueza instructora atribuye inicialmente a los encausados un presunto delito de homicidio, ya que los dos se acogieron a su derecho constitucional a no declarar en su comparecencia judicial y las diligencias están bajo secreto de sumario.
Los cadáveres, hallados dentro de un pozo en una parcela ubicada en la carretera comarcal H-3402 a las afueras de Cartaya, ocultos debajo de plásticos agrícolas, se corresponden con Samuel Vizcaya, un joven desaparecido desde el Domingo de Ramos en la capital onubense y cuyo vehículo particular fue descubierto calcinado en los alrededores del cementerio de La Soledad; y Manuel Granado, conocido como El Sevillano o El Gitano, de 37 años y natural de Alcalá de Guadaíra (Sevilla).
Vizcaya presentaba un tiro, mientras que Granado ofrecía múltiples golpes en la cabeza, lo cual incluso complicó su identificación.