Audiencia reconoce a Aisa como gestor del legado de Imperio Argentina

 La Sección Cuarta de la Audiencia Provincial de Málaga ha confirmado que Fernando Aisa es la única persona autorizada para la gestión del legado de la actriz Imperio Argentina, fallecida en 2003, y ha condenado a una de las nietas al pago de las costas procesales. 

Cientos de fotografías, carteles, premios y obras de arte que pertenecieron a la artista están a disposición del que fue su último secretario y propietario del legado, aunque una de sus nietas interpuso una demanda para conseguir los bienes y herencia de su abuela. 

La Audiencia desestima tal pretensión al entender que todos los objetos, enseres y material artístico que posee Fernando Aisa han sido legítimamente adquiridos a través de subastas y compras o bien fueron obsequios que la propia Imperio Argentina le hizo tras firmarlos y dedicárselos, según la sentencia, a la que ha tenido acceso Efe. 

En la resolución se hace referencia a un documento manuscrito que ha sido autentificado pericialmente que acredita que la artista expresó su deseo de que todos sus derechos legales y legado quedaran en manos de Aisa "para evitar su pérdida, ya que tiene un valor más sentimental que económico". 

En dicha carta, la artista destacaba que Fernando Aisa podría cuidarle el legado "como si fuera ella" y subrayaba que el que fue su último secretario fue su "gran apoyo, tanto personal como económico".

Imperio Argentina aseguraba en la carta que el demandante había adquirido los bienes de su patrimonio cultural, por lo que era propietario de todo el fondo conseguido durante toda su vida profesional, al tiempo que insistía en la amistad que había entre ellos y cómo la ayudó en ciertos momentos de su vida. 

Fernando Aisa compró todas las pertenencias de la actriz y cantante, que en realidad se llamaba Magdalena Nile del Rio, pero nunca ha desvelado la cantidad que pagó por estos bienes ya que para el que fuera secretario del mito siempre ha considerado "imposible" enumerar las cosas que guardaba de Imperio, de la que se confiesa admirador desde pequeño.