A prisión el hombre que amenazó con volar un edificio

El Juzgado de Instrucción número 4 de Sevilla ha ordenado el ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza del hombre que fue detenido por la Policía Nacional en el barrio de las Tres Mil Viviendas el pasado martes después de atrincherarse en su casa y amenazar con explotar el edificio con siete bombonas de butano.

El auto del magistrado de guardia, al que ha tenido acceso Efe, refiere que J.A.C.A. fue detenido por los presuntos delitos de robo con violencia, amenazas, lesiones, atentado contra agentes de la autoridad y riesgo catastrófico y de estragos, lo que le lleva a destacar su "peligrosidad criminal extrema" para justificar su entrada en la cárcel.

J.A.C.A. estaba siendo investigado por robar en un supermercado a cuya cajera hirió "con un pincho o arma blanca" y por amenazar a seis personas en un hotel, hechos por los que dos policías nacionales acudieron a las Tres Mil Viviendas y lo localizaron a las 17.30 horas del pasado 21 de mayo.

Tras encontrarse con los agentes, el hombre "sacó un cuchillo de grandes dimensiones y, sin mediar palabra, arremetió contra los agentes con la intención de apuñalarlos", según el auto, que añade que los agentes desenfundaron sus armas y que el ahora detenido volvió a enfrentarse a ellos y amenazarlos de muerte.

Ya dentro de su vivienda, a la que accedió pese al intento de los policías de detenerlo, J.A.C.A. prosiguió con sus amenazas y los agentes pidieron refuerzos, de manera que varias unidades rodearon la vivienda, desde la que el hombre gritaba "voy a volar el edificio, voy a reventar las bombonas, les voy a prender fuego".

Las autoridades desalojaron el bloque y, como el detenido continuaba exclamando "ha llegado el momento, marchaos o lo reviento todo", algunos agentes accedieron al piso y detuvieron a J.A.C.A. no sin que antes consiguiese herir a dos de ellos, hecho por el que el sindicato Jupol, representado por el abogado David Pareja León, interviene en el caso como denunciante.

Según el juez, el detenido "preparó en su vivienda un sistema de destrucción del edificio" basado en "siete bombonas de butano y propano que pretendía hacer estallar y explosionar".

Los artefactos estaban manipulados "con tubos de goma cortados, sprays inflamables adosados a la boca de las bombonas, cuerdas para accionar a distancia las llaves de paso de las válvulas y mecheros".

También había "una ballesta sobre una mesa que apuntaba desde el balcón hacia la calle", así como varios cuchillos "dispuestos para ser lanzados contra los agentes" y "diversas lanzas y armas blancas".

Según el juez, existe riesgo de fuga y reiteración delictiva por parte del detenido, quien disfruta de "cierta facilidad de movimientos" porque "no tiene arraigo, empleo y situación laboral estable" y "se ha mantenido completamente al margen y oculto de la posible actuación policial y judicial", a lo que el magistrado suma su "absoluto desprecio" por la Justicia.

También cree que de seguir en libertad podría "ejercer algún tipo de influencia" o "actuar contra los bienes" de las víctimas de los hechos que cometió antes de ser detenido.