Cuando Torremolinos vivía de lo que pescaban los vecinos de La Carihuela y ni se imaginaba la oleada de turistas que le llegarían en los años venideros, dos jóvenes malagueños, Emilio Prados y Manuel Altolaguirre, fundaron en la capital la revista Litoral. Fue en 1926, de eso hace ya casi 100 años, y aún sigue en pie con el mismo objetivo: que no decaiga el espíritu de la poesía.
Con el mar de fondo y un pez saliendo del agua, obra del pintor jienense Manuel Ángeles Ortiz, se empezaban a construir las primeras páginas en la Imprenta Sur, en la calle San Lorenzo, muy cercana al puerto de Málaga. Firmas como Federico García Lorca, José Bergamín, Jorge Guillén, o Gerardo Diego, entre otros, aparecían en ese primer número, configurándose lo que hoy conocemos como la Generación del 27.
Litoral ha pasado por numerosas etapas, se ha caído y levantado y ha sabido seguir adelante. La resurrección llegó con José María Amado en mayo de 1968. Con el editor Ángel Caffarena, el mecenas de artistas Jesús Ussía, así como Alberti, Bergamín, Aleixandre, Guillén, Giner de los Ríos, resurgía una revista cambiada que eligió el color rojo para su portada y, también por primera vez, se subtituló como Revista de la poesía y el pensamiento.
La nueva y actual etapa
La última etapa llegó en 1975 con la incorporación de Lorenzo Saval, sobrino nieto de Emilio Prados y yerno de José María Amado. “Cada etapa tiene su historia. La etapa de mi suegro trata de rescatar los números del pasado y hacer un homenaje a los miembros de la Generación del 27. Esta, la mía, es de crítica social, pasa a ser una revista de su tiempo que potencia el arte más que en otras ocasiones y se ha convertido en una antología del arte, la música, el cine o el cómic. Si me preguntas cuál es mi favorita, te digo que es la actual porque se ajusta a mis deseos y es la más completa”, detalla Saval.
Con el estudio en Benalmádena, la oficina de distribución se encuentra en la Urbanización La Roca de Torremolinos, de nuevo cerca del mar y con movimiento constante. Hace ya dos años y, tras un encargo del Ayuntamiento de Torremolinos, salió a la luz con excelente acogida el especial ‘Torremolinos. De pueblo a mito’, con firmas reconocidas como el arquitecto Salvador Moreno Peralta, el cantante Javier Ojeda o el cofundador de Torremolinos Chic, Lutz Petry, con el prólogo de Alfredo Taján, que ya había escrito un libro sobre el Hotel Pez Espada. Saval afirma que la localidad “está renaciendo después de una época muy oscura. Me encantaría que resurgiera la idea del museo, que se rescatara a artistas. Esto fue un lugar de reunión del arte, pero ya se ha diluido. Espero que pueda volver en un futuro”, explica.
Nació con jóvenes y actualmente también bebe de ellos, de voces nuevas que estudian en escuelas de arte y buscan las últimas tendencias. “Somos una revista joven”, afirma el director.
Litoral es una publicación que busca la poesía en todos los rincones. Con ediciones sobre el humor, la locura o el ciclo máquinas viajeras, que incluye a los barcos, aviones, trenes y el automóvil, la llegada más reciente. “Si analizas y te metes a fondo, siempre encuentras un poeta, un fotógrafo o una pintura sobre ese tema. En el último número, el del automóvil, hay poesía en los paisajes, los viajes, los faros, las marcas comerciales. Lo que hace Litoral es ordenar las cosas”, detalla en la entrevista.
Ahora trabajan en el “gigantesco” mundo de la moda. De modistos a marcas pasando por todas las prendas de vestir. Este, el número más complejo, según Lorenzo Saval, cuenta con la colaboración de diseñadores ante la dificultad de reunir todo lo gráfico que han encontrado, como portadas de Vogue o Harper's Bazaar o el diseño gráfico. La inspiración nos rodea. Piense en algo. Ahí está Litoral para convertirlo en poesía.