El macramé, es decir, el arte de crear tejidos usando nudos decorativos, se extiende cada vez más pese a tener una larga historia, hasta el punto se convertirse en un complemento clave de la moda. Si bien los arcenses destacan históricamente en los campos de la literatura, la pintura o la música, también estos días lo hace una auténtica experta en macramé, la joven Rocío Montero, que es doblemente noticia por su reciente aparición en la revista Vogue, un icono del mundo de la moda. Más que satisfecha, y visiblemente emocionada, muestra su aparición en la insigne publicación.
Su obcecación era hacer algo distinto, que marcara la diferencia, para lo cual emplea noches y noches pensando y repensando sus proyectos, dibujando, diseñando..., para acabar “con las manos doloridas y algún que otro callo”.
El pasado 30 de septiembre, Rocío Montero expuso su trabajo en la Semana de la Moda de París, ahí es nada; una ocasión para situar de nuevo muy alto el pabellón arcense y a sus artistas más relevantes en pleno siglo XXI. Rocío contactó con el prestigioso diseñador Leandro Cano a través del programa ‘Andalucía, emprende’, que recomendó al diseñador que tuviera en cuenta el trabajo de la arcense por su calidad e innovación. Y así resultó, pues ya han trabajado juntos, además, en una colección inspirada en las cuevas del Sacramonte de Granada que lleva por título ‘Ofrenda’ y en un video realizado por un grupo de franceses en ese lugar durante los años sesenta; un video que recrea las costumbres, la artesanía y, en suma, nuestros orígenes.
Junto con artesanos de la cerámica, del bordado, esparto, tela, lino..., Rocío ha tenido ocasión de mostrar su arte en la revista Vogue; con compañeros de viaje con los que ha diseñado una serie de ocho bodies, de los que ella ha diseñado el ‘body nana’ que ha creado en macramé, que recrea el interior de una vivienda y la relación entre madre e hijos con la artesanía como nexo de unión. “El hecho de que te reconozcan el trabajo hecho a mano, te emociona muchísimo. Me alegro de cómo reconocen mi trabajo, y en particular cómo lo hace Leandro Cano. Cuando abrí la página de Vogue lloré de alegría. Es muy gratificante que digan tu nombre. La gente del pueblo me ha enviado saludos y felicitaciones”, explica Rocío emocionada.
Entre sus objetivos figura demostrar que artesanía y tradición son compatibles con la modernidad a pesar de utilizar técnicas ancestrales en macramé. “El arte es perfectamente viable en una sociedad moderna”, narra esta joven mujer consciente de que cada día es preciso reinventarse.