Una de las profesiones considerada vocacional es la de maestro, que implica lograr un mundo mejor a través de la enseñanza y sobre la que la sociedad parece acordarse solo en momentos puntuales como ahora, cuando la pandemia del coronavirus ha echado encima a los docentes más responsabilidades.
Cuatro profesoras y un profesor -es una carrera mayoritariamente femenina- cuentan a Efe cómo ha desbaratado la covid-19 su labor con motivo de celebrarse mañana el Día Mundial de los Docentes, fecha que conmemora la Recomendación de la Unesco y la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre los derechos y responsabilidades del personal docente.
Han contestado a cuatro preguntas: por qué eligieron esta profesión y si se arrepienten; cómo ha desbaratado el coronavirus su trabajo; si habrá alguna vez una ley educativa de consenso, y cómo les gustaría que les recordaran sus alumnos.
Estas son las respuestas de Luz Marina Santorum, profesora de Secundaria en el instituto Leopoldo Cano de Valladolid (público); Maite, profesora de Dibujo en Secundaria de un centro público; Marta García Malo de Molina, profesora y jefe de estudios del colegio concertado CEU San Pablo Sanchinarro (Madrid); Óscar, profesor de Secundaria en un centro concertado, y Sol, profesora de francés en un centro privado.
POR QUÉ LA DOCENCIA
- "Desde pequeñita tenía claro que me gustaba enseñar y con una pizarra explicaba a alumnos invisibles. La docencia me ha gustado siempre y no me he arrepentido nunca" (Luz).
- "Empecé haciendo una sustitución en un colegio y no me veo haciendo algo distinto. No me arrepiento, me gusta y me divierte al mismo tiempo que me preocupa" (Maite).
- "A veces pensamos que nos hacemos maestros porque nos encanta enseñar, con el tiempo te das cuenta de que uno se hace maestro porque lo que de verdad le gusta es aprender. Te permite ser testigo de la vida de un montón de personitas. Nunca me he arrepentido, todo lo contrario" (Marta).
- "Estudié Biología y pensé que enseñar era una buena opción laboral, no me he arrepentido" (Óscar).
- "Elegí esta profesión por la realidad laboral que se impuso tras la crisis de 2008. Me ha ido enganchando. Hay días que salgo feliz del cole, pero otros se pone todo cuesta arriba. Es un trabajo muy absorbente, es difícil desconectar. En ese sentido, a veces me he podido arrepentir" (Sol).
LA PANDEMIA
- "El trabajo ha cambiado totalmente. Se siente una gran responsabilidad para mantener la limpieza e intentar que no haya casos. Es incómodo dar la clase con mascarilla y cuesta más mantener el orden. Los alumnos también se cansan de estar con mascarilla, si te descuidas se pasan el gel o un boli, para nosotros es un trabajo añadido" (Luz).
- "La pandemia ha traído inseguridad y desconcierto. La organización en el instituto se ha vuelto caótica, con falta de profesores y normas cambiantes, algunas no se pueden cumplir como las distancias. En las clases semipresenciales tengo la sensación de que no saco trabajo y de que no atiendo a los alumnos, la semipresencialidad no funciona, son semiclases. El trato se ha reducido mucho, los alumnos están muy cambiados, han dejado de ser bulliciosos" (Maite).
- "Siento responsabilidad, pero sobre todo ilusión. Después del confinamiento, la vuelta al cole ha supuesto una dosis de alegría. La presencialidad devuelve al colegio ese carácter mágico, cercano y único que lo caracteriza. Se nos ha ofrecido la oportunidad de reinventarnos. Somos ejemplo para nuestros niños, si lo hacemos bien, ellos también" (Marta).
- "Todos teníamos ganas de volver a clase, pero es verdad que las medidas por el coronavirus nos marcan el día a día. Los alumnos están respondiendo a la situación mejor de lo que yo esperaba" (Óscar).
- "Impresiona entrar en clase con alumnos nuevos y sentir que no te pueden conocer más allá de los ojos y tú a ellos tampoco. Hay que desarrollar nuevas formas de comunicación, sobre todo los profesores de idiomas, donde la mascarilla es una barrera para el aprendizaje. Se siente respeto ante la enfermedad, somos grupo de riesgo y asumimos las consecuencias, pero hay desprotección por parte de las autoridades. Las aulas en ocasiones no reúnen las condiciones necesarias" (Sol).
LEY EDUCATIVA CONSENSUADA
- "Veo muy difícil que lleguen a un consenso en este tema" (Luz).
- "No confío en que haya una ley educativa adecuada pensando en todos y solo en la educación, los alumnos y la sociedad" (Maite).
- "Confío en que todos sabemos que la educación es el motor de desarrollo de una sociedad y que cuanto más la cuidemos, mejores sociedades construiremos" (Marta).
- "Lo considero imposible mientras los partidos quieran ganar votos también con la educación" (Óscar).
- "No confío en que se consiga tal y como está el panorama político, en los próximos años la educación será tan maltratada como siempre" (Sol).
EL LEGADO A LOS ALUMNOS
- "Me gustaría que mis alumnos me recordaran por haberles enseñado conocimientos útiles para su vida y que les permitan tomar mejor sus decisiones en el futuro" (Luz).
- "Por el cariño y los valores que intento trasmitir" (Maite).
- "Como esa profe que les enseñó a mirar con el corazón. Me conformo con que me guarden la mitad del cariño con el que yo les recuerdo" (Marta).
- "Por haberles ayudado a ver las cosas desde los diferentes puntos de vista que puede haber" (Óscar).
- "Por ser alguien que les inspiró a crecer, a no rendirse ante las dificultades de la vida y a ser mejores personas" (Sol).
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Ser profesor en tiempos de pandemia
Una de las profesiones considerada vocacional es la de maestro, que implica lograr un mundo mejor a través de la enseñanza
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