El cannabis es la droga más detectada en los controles realizados en la provincia por la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil. Según los registros facilitados por el Gobierno en respuesta parlamentaria a preguntas del diputado de EH Bildu Jon Iñarritu, esta sustancia está presente en el 75% de los 5.009 positivos contabilizados en Cádiz entre noviembre de 2011 y agosto del pasado año, muy por encima de la media nacional, que se sitúa en el 60%; la cocaína, en segundo lugar, lo hace en un tercio; y en menor medida se hallan la anfetamina (13,5%), la metanfetamina (10,6%) y los opioides (4,6%).
Considerado droga blanda, el cannabis “está tolerado” socialmente pero entraña serios riesgos al volante, advierte Claudio Blanco, representante de las autoescuelas de la Bahía de Cádiz. Investigadores de la Universidad de Granada (UGR) han demostrado en un estudio reciente que fumarlo altera la visión y la conducción de consumidores ocasionales al producir un empeoramiento significativo en funciones como la agudeza visual, la sensibilidad al contraste y la visión tridimensional. Según la nota de la UGR distribuida a mediados de diciembre, entre los efectos detectados en la veintena de voluntarios que participó en el experimento, destacaba un peor control de la posición del vehículo bajo los efectos de la droga, ya que la distancia recorrida fuera de los límites del carril aumentaba un 50% con respecto a la misma prueba en condiciones normales. “Hace falta formación obligatoria”, plantea Blanco, y obtenerla, remarca, “de manera presencial” para que haya una mayor concienciación. Según la Dirección General de Tráfico (DGT), el cannabis es la sustancia con mayor presencia el torrente sanguíneo de conductores implicados en accidentes.
Ana López, que imparte cursos de reeducación y sensibilización vial en Autoescuela Miguel, en Chiclana, y Autoescuela Gaditana, en San Fernando, matiza que el 90% de los alumnos se ven obligados a asistir a sus sesiones por exceso de alcoholemia, pero el número de casos de sancionados por drogas va en incremento. “La mayoría no es consciente del peligro que entraña el consumo de estupefacientes en general”, advierte, entre los que cita el efecto rebote (aparición súbita de somnolencia) o los problemas para ser intervenido quirúrgicamente en caso de siniestro. Y apunta que “en todos los cursos se abre el debate sobre la presencia en el cuerpo de la sustancia aunque no se haya consumido en las horas previas al test” y las sanciones que conlleva. En el caso de un consumidor habitual, el THC, principal principio activo del cannabis, puede aparecer hasta quince días después. David Rico, responsable de tráfico de la Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC), apunta, por su parte, que, efectivamente, la multa y la retirada de seis puntos afecta por igual a quien fumó tres días antes de que le sometieran al test que a quien da positivo por varios estupefacientes. La DGT ha expresado, al respecto, que resulta complicado establecer una tasa para drogas como con el alcohol, y, en cualquier caso, defiende la tolerancia cero.
La Justicia refuerza estas tesis. En un recurso interpuesto desde el Juzgado del Contencioso-Administrativo número 1 de Vitoria se advertía de que el consumo de sustancias ilegales no está sancionado en el ordenamiento jurídico, salvo en la normativa de Tráfico, en la que la prohibición se aplique “sin que guarde relación” con su influencia o no en la conducción. El Tribunal Constitucional dictaminó en febrero de 2018 que “no es relevante, a efectos de legalidad sancionadora” y sostiene que el objetivo clave es “salvaguardar la seguridad vial y hacerlo con las garantías jurídicas básicas de un Estado de Derecho”.
José Luis Ortiz, de Bufete Ortiz Abogados, explica, al respecto, que, efectivamente, la legislación ofrece cobertura: las tres fases de la pruena son la toma de una primera muestra; una segunda a los quince minutos; y una tercera por la que se ofrece al usuario la posibilidad de someterse a una extracción sanguínea en centro adecuado, que es la prueba preponderante.
El problema, apuntan colectivos en favor de la legalización del cannabis, es que el resultado de la tercera prueba se conoce una vez inicado el proceso sancionador y llegar a los juzgados supone renunciar al pronto pago, con un coste aproximado de 500 euros, y afrontar los posibles gastos de un pleito.