En este sentido, Barack Obama, quiere retirar la mayoría de soldados de Afganistán en el plazo de tres años y espera que la guerra acabe para el 2012, según altos funcionarios del Gobierno citados por la cadena de televisión estadounidense CNN.
Obama persigue también compromisos adicionales de los aliados de la OTAN como parte de una estrategia que busca la erradicación del grupo terrorista Al Qaeda, el entrenamiento de las tropas afganas y la estabilización progresiva del país.
Los funcionarios consultados por CNN, que hablaron bajo condición de anonimato, dijeron que Obama ha llegado a la conclusión de que era necesario acelerar el despliegue de los refuerzos militares para mermar la influencia taliban.
Un funcionario del Pentágono dijo a CNN que el plazo de seis meses es muy corto y al ejército le resultara difícil alcanzarlo. Aun así, el citado funcionario expresó su confianza en que el ejército será capaz de llevar a cabo esa orden.
En declaraciones a varias cadenas de televisión, el portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, afirmó que el plan de Obama es un “envío acelerado” de refuerzos, que irá “mucho más rápido que lo previsto en el plan original”.
La meta, indicó Gibbs, es adiestrar a las fuerzas afganas lo más rápidamente posible para que puedan hacerse cargo de la seguridad de su país, de modo que las tropas estadounidenses puedan ir saliendo gradualmente.
“Nuestro compromiso no es de duración indefinida”, explicó.
Los soldados adicionales comenzarán a desplegarse en el sur y el este de Afganistán, donde la insurgencia talibán se ha mostrado más activa hasta el momento.
La idea es minar la capacidad militar de los talibán de modo que las fuerzas afganas puedan hacerles frente por sí solas, explicaron las fuentes.
Los 30.000 soldados se sumarán a los 68.000 militares estadounidenses que ya se encuentran en Afganistán. En total, la fuerza internacional allí desplegada cuenta con cerca de 100.000 efectivos.
Cuando Obama llegó a la Casa Blanca el pasado enero, el contingente estadounidense estaba compuesto por cerca de 35.000 soldados.
Zapatero hablará con Biden sobre la nueva estrategia
El jefe del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, tenía previsto hablar a última hora de ayer u hoy como muy tarde con el vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, sobre el nuevo plan del mandatario Barack Obama hacia Afganistán y, antes de decidir si España envía más tropas a ese país, aseguró que conversará con los partidos.
Así lo avanzó Rodríguez Zapatero en la rueda de prensa que ofreció en la localidad lusa de Estoril al cierre de la XIX Cumbre Iberoamericana.
Zapatero dijo que “es probable” que tenga una conversación “en las próximas horas” con algún representante del Gobierno de Obama, un comentario que precisaron más tarde fuentes del Ejecutivo español al señalar que está previsto que sea Biden quien se ponga en contacto con él.
De hecho, las fuentes citadas informaron de que anteayer ya hubo contactos de la Casa Blanca con el Palacio de la Moncloa y se concretó que habría esa conversación al término de la cumbre de Estoril.
Zapatero avanzó que la conversación que mantenga con el representante estadounidense servirá para evaluar la situación en Afganistán y recibir información sobre la nueva estrategia que prevé Obama.
Miliband asegura que el aumento de tropas va a ser vital
El ministro británico de Asuntos Exteriores, David Miliband, destacó ayer que el esperado incremento de fuerzas estadounidenses en Afganistán representa un momento “muy significativo” de la estrategia aliada en la región.
En declaraciones a la ‘BBC’ Miliband dijo que el despliegue de más militares forma parte de una estrategia contra los insurgentes en ambos lados de la frontera entre Afganistán y Paquistán, que mezclará elementos militares y políticos.
Tanto EEUU como el Reino Unido reconocen que no puede conseguirse la victoria únicamente a través de medios militares, añadió.
El primer ministro británico, Gordon Brown, confirmó antes de ayer que su país desplegará en diciembre 500 soldados más en Afganistán, lo que elevará las fuerzas del Reino Unido a un total de más de diez mil.