“Esta noche lo vamos a pasar de puta madre”. Con esta directa declaración de intenciones y con la actitud de hacerla realidad arrancaba David Summers el concierto que la banda que lidera, Hombres G, ofreció en la noche del pasado sábado en el poblado de Sancti Petri.
Y por si a alguien no le había quedado claro el mensaje, el concierto se iniciaba con el mítico tema ‘Voy a pasármelo bien’. Una apuesta segura para comenzar. Se nota que la banda que forman los madrileños David Summers, Daniel Mezquita, Rafa Gutiérrez y Javier Molina, lleva ya casi 40 años sobre los escenarios y sabe cómo meterse al público en el bolsillo desde el minuto uno. Nada de algoritmos raros ni innovaciones estrambóticas, arrancar con uno de sus temas más míticos y positivos mete de lleno al público en el concierto desde el principio.
Cualquiera que haya ido a algún concierto de Hombres G, sabe que hay una serie de rituales que se repiten siempre y cantar ‘Voy a pasármelo bien’ entre los primeros temas es uno de ellos. Y funciona. No llevaban ni dos minutos de concierto y ya se veía a buena parte del público con los brazos en alto y autocontrolándose para no ponerse en pie a bailar.
A este clásico, siguió otro: ‘El ataque de las chicas cocodrilos’. Dos canciones fueron suficientes para que la banda y el público conectasen. Aunque a priori no parecía fácil por aquello de que es un grupo acostumbrado a tener a su público en pie bailando y saltando con cada canción, Hombres G consiguió conectar con sus seguidores y vencer las barreras impuestas por la pandemia y la climatología.
Una vez creado el ambiente idóneo, David Summers aprovechó para entonar el tema ‘Se me sale el corazón’, el cual forma parte de su nuevo proyecto discográfico, «La esquina de Rowland», que verá la luz el próximo mes de octubre. El nuevo álbum, "acojonante" en palabras del propio David, habla de los inicios del grupo y será su disco número 13. El sencillo que ha servido de aperitivo, en el que ha colaborado Carlos Rivera, es un tema repleto de sensibilidad, más cercano al pop liviano que a los ritmos gamberretes.
Tras este anticipo, se oyeron temas como ‘Si yo no te tengo a ti’, ‘El último baile’, ‘Dos imanes’, ‘Me siento bien’ o ‘Un par de palabras’, esta última muy coreada por el entregado público. “A ver cómo cantáis. Gritad fuerte porque no se os ve la boca”, animaba Summers y los seguidores ejecutaban la propuesta.
“Vamos a cantar una canción del primer disco de 1985. No la cantamos nunca, pero hemos querido introducirla en esta gira. Quizá la recordáis los que ya tenéis la doble vacuna”, bromeaba el vocalista del grupo, antes de interpretar el tema ‘Hace un año’.
Y de una canción de sus inicios, daban un salto de nuevo a otra de su próximo disco. “Vamos a cantar la canción más bonita de nuestro nuevo trabajo. Se llama como el disco, ‘La esquina de Rowland’. Quiero que la escuchéis con atención”, pedía Summers. El tema hace referencia al mítico bar «Rowland» del parque de las avenidas en Madrid, donde la banda pasó buena parte de su juventud.
Tras ello, llegó el turno a otros temas que forman parte de los 12 discos que ya tienen en el mercado, entre ellos, se pudieron oír ‘Lo noto’, ‘Que soy yo para ti’, ‘Indiana’, con salto del vocalista incluido, ‘No te escaparás’, ‘Lawrence de Arabia’, ‘Nassau’, ‘Suéltate el pelo’ o ‘Te quiero’, a la que David Summers se refirió como “una canción acojonante del 86, que no hemos dejado de cantar nunca y que queremos dedicar a todas las chicas gaditanas”.
Seguidamente, el líder de la banda presentó a dos músicos que les acompañan desde 1987: Jason Paradise, al teclado, y Juanito El Piscinas, al saxo. “Son dos músicos extraordinarios. Son familia. Hemos compartido más de 30 años de amistad”. A ellos quiso dedicar la siguiente canción: ‘Visite nuestro bar’, a la que siguió ‘Marta tiene un marcapasos’, la cual el público coreó completa asistido por la letra que se iba proyectando en la pantalla del escenario. Aunque realmente tampoco les hacía falta.
Summers se despedía. El final se iba acercando, pero aún quedaban un puñado de canciones de esas que el público no les permite dejar de tocar, que les acompañarán hasta el último día.
Tras una breve pausa, David Summers regresaba al escenario acompañado únicamente del teclista, para interpretar ‘Temblando’, uno de los momentos más emotivos del concierto.
Por su parte, el batería Javi Molina introducía el tema ‘Venezia’. Sin soltar las baquetas, tomó el micrófono y tras bromear con el público, con el que incluso brindó, demostró que no sólo la percusión es lo suyo, que si quiere bien podría ser también un gran tenor.
Y para terminar, la banda eligió uno de sus temas más conocidos, si no el que más: ‘Sufre mamón’, en el que casi resultó imposible mantener sentado al público.
Si algo quedó claro en la noche del sábado es que el fenómeno Hombres G sigue vigente y despertando pasiones tanto entre los más veteranos como entre los jóvenes. No cabe duda de que es uno de los grupos de mayor éxito del pop-rock español de todos los tiempos. Y con ellos, uno no sabe cómo ni por qué, todos acaban pasándolo bien.