Seis años han tenido que pasar para volver a ver a la serpiente multicolor pasar por la capital cordobesa. El pelotón, tras pasar por localidades como Cañete de las Torres, Bujalance, El Carpio y Villafranca, hizo entrada en la ciudad de la Mezquita por la barriada de Alcolea. Momento a partir del cual los amantes del ciclismo arroparon a los corredores en todo momento.
Y eso pese al fuerte calor que reinó en las horas centrales de una tarde infernal en lo meteorológico. Cualquier elemento refrescante le servía a los cordobeses y visitantes que se animaron a echar la tarde a pleno sol en la subida de Las Ermitas o bajo los árboles de la avenida Vallellano.
Agua fresca, abanicos y la buena sombra fueron los grandes reclamos de la gente que con su incansable apoyo al pelotón y ejemplar comportamiento demostraron que el idilio de Córdoba con La Vuelta debe conservarse con vistas a futuro.
A menos de dos kilómetros se formó un grupo que llevó el final de etapa a un esperado sprint en el que el danés Magnus Cort Nielsen ganó la duodécima etapa de la ronda española bajo el calor tanto de los aficionados como del mercurio, que marcaba los 41º.
Este viernes, la localidad cordobesa de Belmez acogerá la salida de la decimotercera etapa de La Vuelta antes de pasar por Peñarroya-Pueblonuevo, La Granjuela y Los Blázquez, municipios que les esperan a los ciclistas en su camino hacia Extremadura.