La alcaldesa, Mamen Sánchez, confía en que la Gerencia de Infraestructuras y Equipamiento de la Seguridad del Estado (Giese), dependiente del Ministerio del Interior, pueda cerrar la operación de compraventa del edificio de la antigua Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía de la plaza del Arroyo.
En el transcurso de la sesión plenaria celebrada este jueves, la primera autoridad municipal consideró que el edificio se ha puesto en venta “a un buen precio para el sitio en el que está”, advirtiendo de que con independencia del destino final del inmueble “lo importante es que se genere actividad” en su interior.
A partir de ahí el Ayuntamiento estaría dispuesto a “modificar el PGOU” para tratar de ajustarlo a los nuevos usos de este equipamiento, que desde la Gerencia de Infraestructuras y Equipamiento de la Seguridad del Estado fue ofrecido en primera instancia tanto al Consistorio como a la Junta, dándose la circunstancia de que a ninguna de las dos administraciones terminó interesándole la operación.
En cualquier caso, y a pesar de que el edificio se encuentra sin uso desde que el Cuerpo Nacional de Policía se trasladó a sus nuevas dependencias, su conservación parece estar garantizada porque Interior le ha dotado de “un buen sistema de seguridad y alarma”.
Esas declaraciones de Mamen Sánchez se produjeron justo después de debatirse una proposición formulada por el grupo popular a través de la cual se instaba al Gobierno central a suspender “de forma urgente el proceso de venta” del edificio y a “mantener su carácter público”.
En esta iniciativa -que salió adelante también con los votos del PSOE- se recordaba que en varias ocasiones el Pleno municipal había instado a Interior a transferir la titularidad del edificio a Paradores del Estado para darle un uso turístico.
El teniente de alcaldesa de Urbanismo, Infraestructuras y Medio Ambiente, José Antonio Díaz, dejó claro que el objetivo del Ayuntamiento no es otro que el de ofrecer “un uso productivo” a este espacio, de modo que genere “actividad económica y empleo” y evitándose en cualquier caso que el edificio termine “en ruinas”.
Mamen Sánchez también advirtió en su intervención de que la opción inicial de reconvertir el inmueble en un parador turístico se antoja a día de hoy inviable.
