Las víctimas contactaban con un supuesto profesional del gremio para vender sus vehículos que, tras llegar a un acuerdo, se negaba a abonarles lo pactado
Amenazaban cortarles el suministro en menos de una hora si no abonaban de forma inmediata una factura impagada con un importe cercano a los 2.000 euros
Entre ambos cuerpos comprobaron que los sospechosos intervinieron correos electrónicos entre varias empresas que mantenían de forma habitual una relación