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Al compás de Huelva

El tren que llega tarde y/o desaparece (I)

La  verdad de todo esto es que el potencial de Huelva y su provincia ha estado siempre en el punto de mira de Madrid, contrariamente a ahora mismo

Publicado: 02/02/2025 ·
12:12
· Actualizado: 02/02/2025 · 12:12
  • Imagen de recurso de vías de trenes. -
Autor

J. S. Canales

Periodista onubense con más de medio siglo de carrera profesional y una gran dedicación a su tierra, autor de varios libros y reconocido con el Premio de Periodismo Ciudad de Huelva en 2008

Al compás de Huelva

Plasma la historia reciente de Huelva y toma el pulso de la actualidad onubense, además de ser un altavoz de las necesidades de la capital y la provincia

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El título lo viene a decir casi todo en una provincia que en dos ocasiones más que históricas vino a decir al mundo que una aventura como cruzar el océano de los océanos, cuando muy poco se conocía del mundo, Huelva, ese aparente rinconcito de España, y de Andalucía para más detalles  -¡ozú!- hace  532  años, por un lado, hizo la travesía a bordo de tres frágiles embarcaciones, y varios siglos después, hace un año menos del centenar, curiosamente desde el mismo lugar, y por aire, repitió la aventura a bordo de un no menos frágil hidroavión -pero ¡qué cosas! paisanos del alma- hizo algo parecido a lo que años más tarde sería llegar a la Luna. Sí, pero curiosamente y ojo al detalle, a estas alturas, mientras más de media España -¿exagero?- está súper unida a través de la Alta Velocidad, aquí seguimos recordando, como yo en plena actividad radiofónica en la curiosamente emisora pública -¡decana, ojo, de la Radio Pública de España!- como ha sido y continua siendo desde la calle La Fuente , Radio Nacional de España.

Sí, la historia y sus generalmente con frecuencia desgarradoras historias como para no dormir, mi contrariedad cuando leo en el libro ‘Los ferrocarriles en la provincia de Huelva / Un recorrido por el pasado’, un libro estructurado en cuatro bloques temáticos, en uno de los cuales, el primero,  se repasan las líneas que articularon las comunicaciones en la provincia, conectando -una vez más, ojo al dato- la capital con Sevilla, Extremadura y la Frontera Portuguesa. La verdad es que cuesta creerlo. El segundo bloque describe todas las líneas mineras e industriales promovidas por particulares y empresas privadas para colocar sus mercancías, principalmente cobre y piritas, en los puertos de embarque camino de los mercados internacionales, y el tercero  analiza la implantación del ferrocarril en el Puerto Autónomo de Huelva-Palos de la Frontera… y en una parte incrustada el ferrocarril estratégico de Huelva a Ayamonte, sus orígenes y construcción, faceta que aborda Manuel J. Muriel Ramírez.

La verdad, insisto con la sensación frustrante que ello produce, que me gustaría enviar o entregar personalmente ejemplares de este monumental libro, orgullo y al mismo tiempo frustración por lo que ello significa para Huelva, a quienes toman decisiones emanadas desde ese aparato enquistado respecto a Huelva y, por supuesto, a ese mandatario que paradójicamente se llama Puente y es el amo y señor de que de poco han servido las experiencias vividas en esta provincia desde el primer silbato de un tren saliendo de un edificio que ahora mismo va a ser aprovechado con fines culturales por la diputación provincial de don David Toscano Contreras. Sí, cuando en abril de 1865, el Gobierno, deseoso de fomentar en España la construcción de ferrocarriles -¡qué tiempos aquellos!- se indicó la conveniencia de que se uniera Ayamonte a Gibraleón “con el fin de atraer a las dos proyectadas líneas de Zafra a Huelva y de este punto a Sevilla -¡cuánta generosidad y qué tiempos aquellos!- el comercio del país de los Algarves, que entonces como hoy, venia a surtirse a Huelva y a Cádiz”. Bueno, pero pasaron los años y por lo visto no se creía práctico el ferrocarril hasta Ayamonte, lo cierto es que el vecino portugués ha construido el ferrocarril de Lisboa a Faro, y, sigo leyendo “que en breve seguirá dicha línea hasta Villarreal, mientras que en España se ha dejado aislado de la Península el distrito de Ayamonte, cuya importancia tiende a crecer cada día, hasta el punto de que ya hoy constituyen, seguramente sus productos, uno de los rendimientos importantes de la floreciente línea de Sevilla a Huelva”. Sí, datos para la historia, ¿no?

Sí, la  verdad de todo esto es que el potencial de Huelva y su provincia ha estado siempre en el punto de mira de Madrid, contrariamente a lo que ahora mismo está ocurriendo y menospreciando a diestro y siniestro cuando en su día se descartó ese ferrocarril transfronterizo por el gasto que suponía el puente, y a pesar de que más tarde sería construido el actual; lo cierto es que la línea Gibraleón-Huelva fue una realidad. El trazado no llegaba a los 50 kilómetros con paradas en 6 estaciones, y una de ellas, la de Aljaraque, como apeadero. Sí, y una media de 11.000 viajeros ordinarios al año. Bueno, pero dejando más detalles para otra entrega, lo cierto es que el Plan de Reestructuración y Saneamiento de 1984 -sigo leyendo- condujo al cierre y desmantelamiento de la línea  Gibraleón-Ayamonte, y con ello casi se pierde la oportunidad geoestratégica de unir las líneas del sur peninsular entre Andalucía y Portugal -¿curioso, no?- . Pero ¡ojo al dato! Sus problemas –leo- no eran otros que su crónico estado de abandono que conllevaba un descenso en la prestación de servicios… Sí, algo en lo que llevamos parecido camino, porque ahí está la línea Zafra-Huelva, un olvidado corredor ferroviario con potencialidades  donde todavía se siguen cambiando traviesas y no hay visos de alguna catenaria, y nada en  concreto sobre ese mítico AVE , que ya veremos dónde, cómo y cuándo será implantado, ¿no?  No me gustan los rumores, pero ¡ojo a los próximos días! Eso…

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