Este lunes han comenzado los trabajos de demolición del inmueble contiguo a Casa Pineda, en calle Real 46. El pasado viernes tenía lugar la firma del acta de replanteo, a la que acudieron el alcalde, Marino Aguilera y la edil de Urbanismo, Obras y Servicios, Mercedes Flores, junto con la empresa adjudicataria, I. Molina S.L y el arquitecto Carlos Fuentes.
Aguilera recuerda que
“dentro de la política de recuperación del casco histórico, el Ayuntamiento ha adquirido este inmueble, en estado ruinoso, para, una vez demolido, dotar de equipamientos básicos el entorno de esta esquina entre calle Real y Oteros para crear una zona de esparcimiento próxima a Casa Pineda y embellecer con ello este enclave de la parte alta de la ciudad, si bien, entretanto, se habilitará como aparcamiento, al igual que se ha hecho ya en calle Las Monjas y en el solar de la Casa Grande en la misma calle Real”.
En concreto, el objetivo es poder ofrecer un espacio abierto y público a los vecinos de este punto del casco histórico.
“Se trata de un entorno cargado de historia al que queremos dar vida, apostando por revitalizar no solo la parte baja y más céntrica del casco antiguo, sino también su parte alta”, subraya el alcalde.
Con la demolición iniciada hoy, que incluye labores de retirada y almacenaje en dependencias municipales, en condiciones de conservación hasta su integración, de las rejerías y el escudo de la fachada, se da cumplimiento a la Resolución de la Delegación Territorial de Cultura y Patrimonio Histórico.
La edil de Obras y Servicios explica que
“junto a la propia placeta, los solares adquiridos por el Ayuntamiento para su demolición suman unos 550m2 de superficie. Esto nos permitirá dar solución arquitectónica al borde de esa manzana que pasará a ser fachada de la placeta”.
De dicha demolición, redactada por Carlos Fuentes Hidalgo, que firma la dirección técnica facultativa y coordinación de Seguridad y Salud, se encarga la empresa cordobesa I. Molina S.L., adjudicataria del contrato por importe de 61.710€, iva incluido.
La parcela en cuestión cuenta con una forma irregular, en función de las medianeras y construcciones vecinas, quedando la parte del fondo desplazada respecto al eje de los cuerpos delanteros. Cuenta con un flanco en contacto con la calle Realy, en el resto de su perímetro, colinda con hasta cuatro parcelas diferentes, siendo una de ellas la de la Casa Pineda, propiedad del Ayuntamiento.
A la política de recuperación del casco histórico puesta en marcha por el actual equipo de gobierno, se suma la adquisición de la Casa de Fernando de Tapia, en la calle Veracruz, y la aprobación del convenio urbanístico para la recuperación del Toril.