Desde el miedo hasta la total indiferencia. Así se ha vivido en Alcalá la Real el seísmo de magnitud 3,9 e intensidad IV en la escala de Mercalli, que a las 11,14 minutos ha registrado el Instituto Geográfico Nacional (IGN), con epicentro a un kilómetro de profundidad, dentro del término de la localidad de Salar, situada al suroeste de Huétor Tájar, en el Poniente Granadino.
Desde sensaciones como “una explosión muy lejana, temblor en la casa o macetas que se movían”, hasta movimientos de persianas o balanceo de lámparas, pasando por aquellos que, incluso estando en pisos altos o sentados no han percibido absolutamente nada. Así de variopintas resultan las reacciones reportadas a través de las redes sociales. En cualquier caso, y pese a haberse sentido con claridad en la Vega Granadina y Poniente, y de forma menos contundente en la Sierra Sur, Priego de Córdoba o localidades del noreste de la provincia de Málaga, ha sido uno de los movimientos de mayor intensidad en el sur de España en las últimas semanas.
El seísmo principal ha venido precedido de varios de menor magnitud: de 2,3 a las 7.00, un segundo de 2,3 a las 8.05, uno de 1,6 puntos, a las 10.23, y después del principal de las 11,14, otro de 2,1 puntos a las 11.16, todos ellos con epicentro en la misma localidad granadina de Salar. El último de ellos, hasta el momento, se ha producido a 15 kilómetros de profundidad.
