Con la única sombra de sumar un nuevo fallecido, elevando a 25 el total desde que se iniciara la epidemia, las cifras referentes al fin de semana que reporta este lunes la Consejería de Salud y Familias suponen una invitación más que clara al optimismo. La localidad ha registrado solo cinco nuevos positivos en estos tres últimos días, algo que se encuentra incluso por debajo de la ya reducida media que venía dándose. Así, la media diaria de contagios en la última semana cae hasta 2,4 –solo se han registrado 17 casos en estos 7 días– mientras que la media de las últimas dos semanas también se ve disminuida a 4,5 (son 64 los positivos en dicho período).
La más que acentuada ralentización de los contagios, unida a la suma de 45 personas más que han superado la enfermedad, permite al municipio rebajar su tasa de incidencia a 296 casos por 100.000 habitantes en los últimos 14 días (o 29,6 por cada 10.000 habitantes si así se prefiere). Baste otro dato para entender el vuelco de la situación. Sí el pasado 16 de noviembre, el número de casos activos (413) superaba con amplitud al de personas curadas (311), hoy, justo dos semanas después, la proporción se ha invertido de manera categórica: hay 259 casos activos mientras que el número de personas curadas alcanza ya las 537.
A nivel comarcal, es interesante apuntar que la tasa de incidencia del distrito sanitario es en este momento de 320, marcadamente inferior a la del conjunto de la provincia (415). Hace dos semanas, la tasa del distrito era de 781, por encima incluso de la tasa provincia, que estaba en 765. Durante el fin de semana hay que contabilizar tres casos más en Castillo de Locubín (que mantiene 77 casos activos), dos en Alcaudete (en el que el número de personas que aún no han superado la enfermedad o están en cuarentena es de 192) y ninguno en Frailes, donde el número de casos activos se mantiene en once.