El pasado año 2020, la festividad de la Candelaria, con la que simbólicamente se despiden los rigores del invierno, conseguía zafarse de la epidemia que, poco a poco, comenzaba a cernirse sobre todo el mundo y que se manifestaría un mes después en toda su magnitud también en nuestra localidad. Este año, en el marco de la tercera ola de esta pandemia, este 2 de febrero se ha celebrado una Candelaria que poco tiene que ver con los tradicionales actos de estas fechas.
Miembros de la Corporación municipal han visitado este mediodía la iglesia de Consolación para acompañar a la Real Cofradía de Nuestra Señora de las Mercedes Coronada y a la Real Cofradía del Dulce Nombre de Jesús y Santa Caridad en esta celebración.
Tal y como ha señalado el concejal de Cultura, Turismo, Festejos y Relaciones con las Cofradías, Juanma Marchal, “la festividad de la Candelaria celebra la presentación del Señor en el templo, 40 días después del día de Navidad. En Alcalá la Real esta fiesta, celebrada en torno a la Virgen de las Mercedes, la hacen singular por la caracterización de palomos, con elementos paganos y religiosos, las tartas o la presentación de los niños nacidos en ese año a la Patrona. Este año –por los motivos derivados de la pandemia– han faltado algunos de estos elementos pero la celebración ha estado presidida por la Patrona, junto con San José y una pareja de palomos, ofrenda de María en la presentación de Jesús en el templo”.
Por tanto, una festividad de la Candelaria que pasará a la historia por su obligada sobriedad, impuesta por las actuales restricciones, y que esperemos, dentro de un año sea ya plenamente historia, después de haber dejado atrás esta epidemia, con el regreso a la tan ansiada normalidad.
