El alcalde de Almería, Ramón Fernández-Pacheco (PP), ha manifestado este lunes que de cara a 2019 los ciudadanos van a pagar "menos impuestos municipales" que en la actualidad sin "mermar la calidad de los servicios públicos" y "sin tener que recortar nada", ya que, por el contrario, el objetivo será aumentar la inversión "recaudando mejor" y "más".
Así lo ha indicado durante su intervención en el desayuno informativo del Foro Joly en Almería, donde ha explicado que la bajada de impuestos "es un objetivo irrenunciable" al que su equipo de gobierno dedicará "un importante esfuerzo de control y gestión".
El regidor ha apuntado que ya se ha reducido el tipo del IBI desde el año 2010, del 0,62 por ciento al 0,46 por ciento actual, "prácticamente en el límite inferior que permite la Ley de Haciendas Locales", que sitúa en el 0,4 por ciento. "Ello no ha mermado la eficiencia recaudatoria, pues los porcentajes de recaudación en periodo voluntario se incrementan cada año", ha explicado.
El primer edil ha incidido además en las medidas para facilitar el pago de tributos por parte de los ciudadanos, entre las que ha citado el establecimiento de una cuenta corriente tributaria y la bonificación por domiciliación de recibos. "Hemos establecido bonificaciones en IBI e IAE para los hoteles de la ciudad que abren todo el año" y "hemos reducido las tasas por ocupación de espacios deportivos", ha añadido.
Igualmente, ha apuntado que durante este tiempo y a falta de una semana para cumplir su primer año al frente de la corporación, desde el Ayuntamiento se han "reducido las tasas por ocupación del dominio público para fomentar la actividad empresarial" en la hostelería. "Estamos estudiando medidas para reducción de tasas que favorezcan la creación de empleo en los colectivos de jóvenes empresarios", ha adelantado.
"No estaré tranquilo, porque no puedo estarlo, mientras haya almerienses viviendo en la angustia de no encontrar un puesto de trabajo", ha explicado también Fernández-Pacheco, quien ha recordado que aunque el Consistorio no es competente en la creación de empleo, es el primer lugar al que acuden los ciudadanos con problemas; ciudadanos que, según ha dicho, están "hartos de las peleas entre administraciones".
PLAN ESTRATÉGICO A TRAVÉS DE LA TECNOLOGÍA
El alcalde ha señalado también que el Ayuntamiento trabaja en un plan estratégico, que se encuentra "en una fase incipiente", y que tendrá en cuenta las nuevas tecnologías para acercar la administración local al ciudadano y "elevar la calidad de los servicios municipales, así como promover la participación ciudadana", como ocurre con la elección del nombre de la futura biblioteca municipal.
"Quiero ser alcalde de una Almería en la que la acción de gobierno municipal tenga en la tecnología un elemento de apoyo real y suponga además el refuerzo a una gestión eficiente, abierta y transparente", ha manifestado Fernández-Pacheco, quien pese a ello, ha considerado que "no conviene sacar estas herramientas de su contexto real ni tampoco sobrevalorar su dimensión". "Yo creo en la capacidad de las nuevas tecnologías como un factor de ayuda, de suma y de búsqueda de respuestas, pero no pierdo ni voy a perder las perspectiva", ha apostillado.
Con esto, ha recalcado que "ni se gobierna desde el Facebook, ni se apagan incendios usando la realidad virtual" sino que "se gobierna desde el salón de plenos y las calles se siguen limpiando con agua y con cepillo". "Si caemos en el error de conceder a la tecnología espacios de competencia humana, acabaremos siendo prescindibles, los políticos y los no políticos", ha dicho.
El alcalde ha realzado también la importancia que tienen los recursos hídricos para la gestión de "dos industrias" que "no han sido explotadas al máximo" aún, como son "la agricultura y el turismo". "No hay vida sin agua y no habrá Almería sin agua", ha advertido antes de concretar que este es "el único asunto en el que no me planteo ni tan siquiera la posibilidad de negociación".
"Con el agua de Almería no se juega, porque nos va en ello literalmente la vida", ha recalcado el regidor sobre este asunto, que supone uno de los principales escollos en la aprobación del plan general de ordenación del territorio (PGOU)."Hasta donde pueda, yo no voy a permitirlo", ha dicho. Con esto, ha valorado el carácter "estratégico" del agua para el desarrollo agrícola y del turismo.
Con esto, Fernández Pacheco ha apuntado que "los almerienses necesitamos urgentemente resolver una cuestión estratégica para nuestro futuro, como es el PGOU, y para eso necesitamos entendernos con la Junta. Desde aquí vuelvo a tender mi mano para el acuerdo y el diálogo".
"NO HE VENIDO A SER UN ALCALDE-ESTRELLA"
El primer edil popular ha aprovechado su intervención para asegurar que él no va a ser "protagonista de las polémicas o de los gestos más llamativos". "Yo no he venido a ser un alcalde-estrella", ha afirmado antes de añadir que "ese modelo de alcalde y de alcaldesa ya lo estamos viendo en otras ciudades" y no le "interesa en absoluto".
"El Ayuntamiento de Almería está viviendo un nuevo tiempo. Un tiempo que viene marcado por el mandato que nos dieron los almerienses en las urnas, situándonos en la necesidad del diálogo, del acuerdo y de la permanente búsqueda de equilibrios. Ese escenario, absolutamente imprescindible para el futuro de Almería, lo estamos consiguiendo gracias a un ejercicio colectivo de responsabilidad, compromiso y generosidad que quiero agradecer al resto de fuerzas políticas", ha explicado antes de tachar de "clave" para el "nuevo tiempo" esa "normalidad municipal".
Así, ha añadido que "tampoco" renuncia a que "exista una colaboración leal y real entre Ayuntamiento y la Junta" no solo para "situaciones concretas" sino "siempre" puesto que "en la gestión diaria de una ciudad hay muy poco margen para el planteamiento ideológico o la filosofía política". Con esto, ha mostrado "mano tendida" para avanzar en el proyecto puerto-ciudad.
En su intervención, el regidor también se ha mostrado a favor de que "se investiguen las administraciones y organismos en donde existan indicios ciertos de comisión de delito" para acabar con la corrupción y el "descrédito" a la clase política y las administraciones; y de "modernizar" la gestión municipal, para lo que hace falta "invertir esa inercia mental" por la que "se considera al político un presunto delincuente sólo por el hecho de serlo".
