El precio de la luz sigue por las nubes y no parece que vaya a volver a niveles sensatos al menos durante un periodo corto de tiempo. Es por eso que es conveniente, ahora más que nunca, maximizar el consumo eléctrico en la mayor medida posible. Inevitablemente, tenemos que usar aparatos eléctricos en casa, empezando por las propias lámparas. Tampoco es cuestión de estar a la luz de la vela. Electrodomésticos como el frigorífico tampoco se pueden apagar por cuestiones obvias.
Pero sí hay otros varios aparatos que, aunque estén apagados, al estar enchufados producen el conocido 'consumo fantasma'. Así pues, lo ideal es desconectarlos de la red totalmente cuando no se estén usando. Por ejemplo, es normal dejar conectados la televisión, el microondas o el cargador del teléfono móvil. Si bien no es un disparate, este 'consumo fantasma', puede ayudar a ahorrarnos unos euros en la factura.
Una cosa es tener el televisor apagado y otra desenchufado. Apagado, aunque no tanto como encendido, sigue gastando energía y es el más indicado para desenchufarlo cuando no se esté usando. Así, dejando la televisión enchufada se pueden gastar entre 26 kWh y 60 kWh, en función de la eficiencia energética del aparato. Otro dispositivo que solemos dejar enchufado aunque no lo estemos usando es el cargador del móvil. Parecería lógico que si no está se cargando el smartphone no habría consumo. Pues bien, esto no es así, ya que según el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) dejarlo enchufado gasta "casi tanto como si estuviera cargando el teléfono".
Las regletas son otro caso habitual, pero en la actualidad existen opciones inteligentes que se apagan por sí mismas mediante el móvil o programándolas para que funcionen en determinadas horas.
Existen otros aparatos que son más difíciles de desenchufar. Como hemos indicado, el frigorífico y el congelador son, por lo general, imposibles de desconectar si queremos conservar frescos los alimentos. Pero hay otros grandes electrodomésticos que sí podemos desenchufar como la lavadora, la secadora o el lavavajillas, aunque en algunos casos haya que habilitar accesos fáciles a ese tipo de aparatos.
